"Hay que rebuscárselas": argentinos acuden a ferias de ropa usada para combatir inflación
Otras estrategias para combatir la inflación a las que recurren muchos argentinos son comprar productos de segundas marcas, hacer compras mayoristas para conseguir mejores precios y reducir gastos que no sean fundamentales.Muchos argentinos desahuciados por una inflación cercana al 140% anual encontraron una nueva manera de ganar dinero y de ahorrar: acudir a ferias a vender o comprar ropa usada.
Argentina enfrenta una crisis económica pronunciada, con el 40% de sus 46 millones de habitantes en la pobreza, déficit fiscal, reservas negativas del banco central y una inflación galopante, cuyo índice de octubre se conocerá el lunes.
"Un domingo que se suspende (la feria) porque hay lluvia, la verdad es que nos venimos abajo", dijo Beatriz Lauricio, una maestra jubilada de 62 años quien junto a su marido chófer tienen un puesto. "Tenemos nuestro trabajo, pero necesitamos venir a la feria", agregó.
La inflación es uno de los temas centrales entre los candidatos presidenciales que disputarán un balotaje el 19 de noviembre: el ministro de Economía peronista Sergio Massa y el ultraliberal Javier Milei.
Multitudes acuden a las ferias a comprar ropa a precios accesibles, ya que las prendas nuevas tienen valores inaccesibles para muchos en un país con una moneda devaluada donde un salario mínimo es de 132.000 pesos (377 dólares al tipo de cambio oficial, pero apenas 139 dólares en el popular mercado marginal).
"Con la economía como está, compran prendas al 5% o 10% del valor que sale en un negocio y pueden comprarles cosas a sus familias", dijo María Silvina Perasso, organizadora de una feria de ropa usada en San Fernando, en las afueras de Buenos Aires.
Otras estrategias para combatir la inflación a las que recurren muchos argentinos son comprar productos de segundas marcas, hacer compras mayoristas para conseguir mejores precios y reducir gastos que no sean fundamentales.
María Teresa Ortiz, una jubilada de 68 años que vive de su pensión y de su trabajo en un taller de costura donde gana 400 pesos por hora, dijo que en la feria consigue ropa que de otra manera no podría comprar.
"No es muy barato pero nuevo no podés comprar, una zapatilla nueva no podés comprar, una chancleta nueva no podés comprar, un jean nuevo no podés comprar, una camisa y una remera tampoco, entonces hay que rebuscárselas en las ferias", afirmó.
Fuente: REUTERS