La noche del 26 de noviembre de 2021, Lucio Dupuy, de 5 años, llegó inconsistente a una sala en Santa Rosa, La Pampa. El nené presentaba golpes en todo el cuerpo y casi no podía respirar. A pesar de que los enfermeros intentaron salvarlo todo fue en vano, ya era demasiado tarde.

Este caso conmovió a todo el país y despertó el grito de justicia del pueblo. La mamá de Lucio, Magdalena Espósito Valentí y su pareja Abigail Páez, quienes asesinaron salvajemente al niño, fueron condenadas a presión perpetua en febrero de este año. 
Ambas se encuentran presas en el penal de San Luis, después de que la justicia comprobara al maltrato que sometían al pequeño.

A dos años del crimen, las asesinas siguen juntas, con privilegios y buscan salir antes de la cárcel. 

La familia de Lucio asegura que hay más responsables que miraron a un costado ante el caso de violencia infantil y que deberían hacerse responsables por la muerte del niño que se podría haber evitado. 
"Hay personas que pudieron evitar el homicidio y prefirieron callar. La denuncia la hicimos el 14 de noviembre contra el personal de la administración pública que actuaron en los ámbitos que Lucio frecuentaba. Nadie hizo nada", aseguró el abogado Mario Aguerrido. 

La familia de Lucio pide que se investigue a maestras, enfermeros y policías, que según ellos sabían de la violencia que vivía el nené, pero no hicieron la denuncia correspondiente.

Aguerrido también confirmó que las asesinas comparten patio interno, hacen talleres juntas y otras actividades, tienen televisores de alta definición, equipo de música y otros privilegios. 
Abigail había comenzado el proceso de hormonización y está terminando la secundaria dentro de la cárcel. Otra de sus estrategias está por definirse, ya que sus abogadas impugnaron el agravante de abuso sexual. Esto lo debe resolver el Superior Tribunal, y podría ser después de una audiencia que se realizará el 20 de diciembre. Con esto, podría quitarles el agravante y la pena sería menor.