Un conductor atropelló violentamente a una joven de 20 años a la salida de un boliche en la localidad santafesina de Timbúes, ubicada al norte de Rosario, la hizo volar por los aires y escapó a toda velocidad. La víctima fue hospitalizada y se encuentra fuera de peligro.

El violento episodio ocurrió durante la madrugada del sábado en el local ubicado en el cruce de las calles Gaboto y Ruta 11, del departamento de San Lorenzo, situado en el norte de Rosario. Allí, dos grupos de jóvenes se enfrentaron, mantuvieron una discusión y uno de ellos tomó una violenta decisión que quedó filmada.

En el video se ve a dos grupos gritándose y empujándose durante unos segundos, hasta que uno de los jóvenes se metió en un auto de color gris. Primero giró en dirección opuesta al sentido en el que estaba estacionado, se subió a la vereda y, cuando volvió a la calle, pisó a fondo el acelerador.

Ni bien avanzó unos pocos metros, el conductor embistió a una joven que estaba caminando y que ni siquiera llegó a reaccionar para intentar esquivarlo. La víctima voló por los aires y quedó tendida en el suelo por la violencia del impacto.

El auto escapó a toda velocidad ante la indignación de los jóvenes que estaban en el lugar y ante la presencia de un patrullero de la Guardia Urbana de Rosario que estaba a menos de 30 metros del lugar en el que ocurrió la violenta agresión.

La víctima, una joven de 20 años identificada como Kiara Antonella  fue trasladada de inmediato al Hospital Granaderos a Caballo de San Lorenzo, donde recibió atención médica. De acuerdo al parte médico, la joven tiene múltiples escoriaciones y un fuerte traumatismo de cráneo, pero su vida no corre peligro.

El agresor continúa prófugo, pero según medios locales el personal de la Guardia Urbana llegó a tomar los datos de la patente del vehículo, con lo cual podrían identificar rápidamente el auto -testigos aseguran que se trataba de un Toyota Corolla- y por consecuencia al conductor.

Agentes de la Policía intentan ubicar el auto y solicitaron imágenes de las cámaras de seguridad de la zona y también la colaboración de quienes registraron el momento con sus teléfonos móviles, para obtener mayores precisiones sobre el agresor y su rodado.