Aberrante. Así se podría describir la macabra decisión que tomó una mujer policía, identificada como Marina Silva (34), luego de asesinar a sus hijos de 2 y 9 años mientras dormían. El hecho ocurrió ayer en la provincia de San Luis y con el correr de las horas las investigaciones arrojaron nuevos datos sobre el caso. 

La principal hipótesis de la fiscal de Género, María del Valle Durán, es que la agente atravesaba una crisis económica. La funcionaria judicial dialogó con La Gaceta Digital y detalló que en la vivienda encontró una nota escrita en el cuaderno de clases de la nena. Allí pedía disculpas por lo que iba a hacer y confesaba que estaba endeudada.

“Manifestó que no quería dejar a sus hijos como una carga para nadie y que quería estar con ellos”, sostuvo Durán. Además, comentó que Silva había dejado dos carteles antes de huir: uno en la puerta del patio que advertía no entrar y otro en la puerta principal que rezaba “Melina llamá a la Policía, no entres”.

En el mismo sentido, el padre de la asesina confirmó que su hija tenía “un problema económico muy grande” y que tenía “deudas con todo el mundo”. Incluso, contó que le había sacado un préstamo en el banco y que sus otros hijos le habían prestado dinero.

A esta crítica situación se le sumó que el papá de uno de sus hijos había sufrido un accidente laboral y no había podido cumplir con la cuota alimentaria en tiempo y forma.

El hecho

Marina Silva asesinó a sus dos hijos el martes entre las 5 y las 6 de la mañana, mientras dormían en la cama que compartían con ella. La mujer les tapó las caras con almohadas y disparó con su arma reglamentaria.

Luego escribió el mensaje de WhatsApp en el grupo de sus hermanos y llamó a la comisaría 34, donde prestaba servicios, para advertir de lo ocurrido. Se fugó y la encontraron a las pocas horas en el dique Cruz de Piedra en shock y con intenciones de quitarse la vida. Quedó detenida y el caso se investiga como filicidio.