La situación en el Correo Oficial de la República Argentina Sociedad Anónima (CORASA), conocido como Correo Argentino, se ha vuelto alarmante debido a demoras en los envíos, recortes laborales y sueldos desfasados. Esta realidad se ha evidenciado en las redes sociales, donde emprendedores de diferentes tamaños han alertado a sus clientes sobre la falta de entrega de paquetes a causa de medidas de fuerza adoptadas por los trabajadores postales.

Los comentarios de los usuarios son claros: "Hace tres semanas que estoy esperando un paquete" y "Ya son muchísimos los usuarios afectados y todos sin respuesta", indican la creciente frustración ante la acumulación de envíos. Actualmente, miles de paquetes están demorados en las plantas logísticas de todo el país, y alrededor de 10,000 envíos internacionales permanecen sin liberar en aduana.

El conflicto tiene raíces profundas, originándose en la falta de un acuerdo paritario. Desde octubre de 2023, los trabajadores no han podido cerrar un convenio satisfactorio, siendo forzados a aceptar una pauta impuesta. Marcelo Díaz, secretario general de la Asociación Libre de Empleados de Correos y Telecomunicaciones de Córdoba (ALECYT), denunció que "cerramos el 2024 con un 80% de devaluación de nuestro salario", mientras que la Federación de Obreros y Empleados de Correos y Telecomunicaciones (FOECYT) subraya que los aumentos ofrecidos están por debajo de la inflación.

Un distribuidor con cinco años de antigüedad enfrenta un desfasaje salarial del 70% al 80%, con un salario actual de $600,000. Además, la situación se agravó con la reciente reducción de personal, que en Córdoba llegó al 40%, pasando de 1,400 empleados a menos de 1,000 en un año.

La reducción en el número de trabajadores ha impactado de manera dramática en las operaciones. En localidades como Serrezuela, un solo empleado se encarga de distribuir 7,000 cartas documento, y en Villa Dolores, el personal se ha reducido de 12 a solo 5. Díaz advierte que la problemática se agravará con las elecciones legislativas del presente año.

El conflicto alcanzó su punto culminante con un paro de 24 horas el 8 de abril, coincidiendo con la huelga general de la CGT. Los trabajadores implementaron un "quite de colaboración", que resultó en la acumulación de más de 400,000 piezas pendientes de distribución. A pesar de los reclamos, el 7 de abril, día del empleado de correo, el ambiente fue de protesta más que de celebración.

Recientemente, tras una serie de reuniones, se logró abrir un canal de diálogo con la empresa, lo que llevó a la suspensión temporal de las acciones de fuerza. El gremio espera que CORASA presente una nueva propuesta paritaria en los próximos días. Díaz comentó: "Queremos un sueldo digno para los trabajadores. Ojalá podamos arribar a alguna solución".

El Correo Argentino, a pesar de presentar números en positivo desde 2024, enfrenta desafíos operativos debido a la falta de insumos y la reducción de personal. Los trabajadores han comenzado a ofrecer horas extras y trabajo durante fines de semana para normalizar la situación, pero el futuro depende de la respuesta de la empresa ante las justas demandas de sus empleados.

Mientras tanto, el gremio pide disculpas a los usuarios por los retrasos, reconociendo que su reclamo afecta también a quienes dependen de un servicio postal eficiente. "Estamos tratando de llegar a una solución", concluyó Díaz.