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5 razones por las que el césped se pone amarillo en verano y como solucionarlo
Durante el verano, el césped puede lucir seco y amarillento, lo que preocupa a muchos propietarios. Sin embargo, este cambio de color tiene soluciones si se identifican las causas correctas.Aquí te contamos las cinco razones principales y cómo resolverlas:
1. Falta de riego adecuado
El calor intenso del verano hace que el césped pierda más agua a través de la evaporación. Si no recibe suficiente riego, las raíces no pueden hidratarse correctamente, lo que provoca el amarillamiento.
Solución: Riega profundamente temprano en la mañana o al atardecer, cuando la evaporación es menor. Asegúrate de que el agua penetre al menos 10-15 cm en el suelo para llegar a las raíces.
2. Exceso de agua
Aunque parezca contradictorio, el exceso de riego también puede ser un problema. El agua acumulada ahoga las raíces al desplazar el oxígeno, debilitándolas y favoreciendo el crecimiento de hongos.
Solución: Riega solo cuando sea necesario y asegúrate de que el suelo tenga un buen drenaje. Si aparecen hongos, trata el césped con un fungicida adecuado.
3. Falta de nutrientes
El césped necesita nutrientes como nitrógeno, fósforo y potasio para mantenerse verde y saludable. Si el suelo está agotado, las hojas pierden su color.
Solución: Aplica un fertilizante equilibrado específico para césped a principios del verano. Opta por productos de liberación lenta para garantizar un suministro constante de nutrientes.
4. Compactación del suelo
El tráfico constante de personas o vehículos compacta el suelo, impidiendo que las raíces reciban suficiente aire, agua y nutrientes. Esto debilita el césped y lo vuelve amarillo.
Solución: Airear el suelo con un escarificador o un aireador mecánico. Este proceso permite que el aire y el agua lleguen a las raíces de manera eficiente.
5. Plagas y enfermedades
Insectos como los gusanos blancos o enfermedades como el hongo “mancha marrón” pueden dañar las raíces y hojas, dejando zonas amarillas en el césped.
Solución: Inspecciona el césped regularmente en busca de signos de plagas o enfermedades. Usa insecticidas o fungicidas específicos y sigue las recomendaciones del fabricante.
En conclusión el césped amarillento no siempre es un signo de muerte, sino un llamado de atención para ajustar su cuidado. Con una combinación de riego adecuado, fertilización, aireación y control de plagas, puedes devolverle su vitalidad y disfrutar de un césped verde y saludable durante todo el verano.