Atropelló a una mujer, la mató y quedó en libertad

Malestar por la decisión del juez.
jueves, 21 de octubre de 2010 00:00
jueves, 21 de octubre de 2010 00:00

El hombre que durante más de 14 horas seguidas estuvo ingiriendo alcohol, y quien tras su conducta irresponsable de manejar en estado de ebriedad atropelló a una mujer y la mató, dejando a dos niñas huérfanas al cuidado de sus abuelos enfermos, ayer fue condenado a una pena de 2 años y 6 meses en suspenso. Es decir que no irá a la cárcel pese a la magnitud del daño. Así lo resolvió el juez Correccional Nº 2, Luis Mario Varela, quien además le impuso ocho años de inhabilitación para conducir; dos horas diarias de trabajos comunitarios en una escuela de Tinogasta y que pague la suma de 216.000 pesos por daños materiales y morales.
La condena generó disconformidades y críticas ya que Pachado, a pesar de haber cometido un homicidio culposo, no irá a prisión y continuará en libertad como lo estuvo desde el comienzo de la causa.
En el último tramo del juicio oral por homicidio culposo agravado, Pachado sólo expresó que no tenía más nada que agregar como su última palabra antes de escuchar la sentencia.
Luego de un breve cuarto intermedio, el juez Varela dictó las sentencia en contra de Pachado, declarándolo culpable por el delito de homicidio culposo agravado.
El imputado estará inhabilitado durante 8 años para manejar cualquier tipo de vehículo en la vía pública.
También deberá realizar trabajos comunitarios de dos horas al día en una Escuela de adultos de la ciudad de Tinogasta, durante el lapso de dos años, como forma de resarcimiento a la sociedad.

Indemnización

Pachado deberá abonar a la familia de la víctima la suma de 216.000 pesos, los que serán repartidos en 96.000 por daños materiales y 120.000 por morales. El fallo del juez Varela hizo lugar parcialmente al reclamo del actor civil, quien había solicitado un monto total de 318.000 pesos como indemnización.

El hecho

El fatal accidente por el que fue condenado Adrián Ismael Pachado ocurrió durante la madrugada del 23 de julio de 2006. Después de haber ingerido alcohol durante más de 14 horas, según su propia declaración, subió a su Ford Falcon y aunque su esposa le pidió que la dejara conducir al advertir su estado de ebriedad, se negó.
Sobre la ruta 3, embistió desde atrás a la bicicleta en la que se conducía la víctima. Pero el estado de borrachera, de acuerdo a su declaración, le impidió darse cuenta del accidente, y siguió su camino sin detenerse para auxiliar a la víctima, que murió días después.

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