Cuatro gitanas fueron enviadas a juicio oral

Dijeron que curarían a su hija discapacitada para estafarla y robarle dinero

Una gitana dijo que le “bendeciría” el dinero que llevaba encima, simuló romperlo y se lo apropió.
sábado, 30 de octubre de 2010 00:00
sábado, 30 de octubre de 2010 00:00

Cuatro mujeres que embaucaron a una humilde madre a la que le prometieron curar a su hija discapacitada, fueron enviadas a juicio oral acusadas de los delitos de estafa y hurto. Se trata de Giulina Juan Mazzola (27), Raquel Yago (42), Sabina Juan (35) y Sonia Juan (28), quienes son parte de la comunidad gitana que se encuentra asentada en un campamento montado en la avenida Juan Chelemín.
Las mujeres, todas analfabetas, fueron acusadas por un hecho ocurrido el 28 de mayo pasado en el barrio 120 viviendas sur, alrededor de las 11 de la mañana. Según la imputación, las mujeres se presentaron en la casa de una mujer identificada como Raquel Carolina Rodríguez, quien estaba acompañada de su hija discapacitada.
Juan Mazzola primero le pidió comida, ante lo cual la mujer accedió a darle un paquete de arroz y una lata de tomates, pero en lugar de retirarse con la dádiva, la gitana se ofreció a “leerle la suerte” a la dueña de casa a cambio de plata. La mujer se negó, y le dijo que la única plata que tenía era para su hija discapacitada.
Esta información fue aprovechada por la estafadora quien rápidamente sacó una cruz plateada de entre sus prendas y le dijo que ella podría curar a su hija. Rodríguez permitió que ingresara Juan Mazzola a la vivienda, quien le pidió que le diera la plata que tenía para su hija, para “bendecirla”.
La gitana tomó la caja metálica y sacó alrededor de 75 pesos que tenía Rodríguez en la alcancía. Con el dinero en la mano, comenzó a gritarle a la mujer si prefería el dinero o la salud de su hija. Atemorizada, la dueña de casa dijo, lógicamente, que la salud de su hija, ante lo cual la mujer comenzó a simular que rompía el dinero.
En medio del aturdimiento por las maniobras de la gitana, aprovechó la situación Sabina Juan, quien ingresó a la vivienda y se apoderó de tres frascos de vidrio que estaban arriba de una heladera de la damnificada. Y le dijo que luego volvería para que le diera ropa.

Aprehensión

Cuando las gitanas se fueron de la casa, la mujer atemorizada llamó a la policía. Poco después, un móvil de la Comisaría Seccional Novena realizó un recorrido por las inmediaciones y logró aprehender, en el barrio Santa Marta, a las cuatro sospechosas, las que fueron trasladadas a la Comisaría de la Mujer y el Menor.
Al momento de ser arrestadas, las mujeres llevaban aún consigo los frascos de vidrio que se habían llevado de la casa de Rodríguez, como así también el dinero. Al momento de ser indagadas, ninguna de las mujeres accedió a prestar declaración, asistidas por un defensor oficial.
El caso fue investigado por el Fiscal de Instrucción Nº 7, Miguel Andrés Mauvecín, quien recientemente cerró la investigación penal en contra de las cuatro mujeres y ordenó la elevación de la causa para su juicio oral en una de las Cámaras en lo Criminal.
El Fiscal consideró que existió un engaño por parte de Giuliana Juan Mazzola al afirmar que podía curar a su hija y pedirle el dinero para bendecirlo y simular romperlo, cuando en realidad lo que hizo fue apropiárselo.
Por ello calificó el hecho como “estafa”. Para el fiscal, las otras tres gitanas fueron partícipes primarias del mismo delito, ya que consideró que sin su participación el hecho no podría haberse llevado a cabo.

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