Se trata de José Ariel “Mazamorra” Vega,

18 años en la cárcel tras su segunda condena

Fue condenado ayer como autor del delito de robo en grado de tentativa.
miércoles, 6 de octubre de 2010 00:00
miércoles, 6 de octubre de 2010 00:00

José Ariel “Mazamorra” Vega (27) fue condenado ayer como autor del delito de robo en grado de tentativa, y los dos años de prisión que le impuso el juez Roberto Dionisio Mazzucco fueron unificados con una condena anterior que le había dictado en 2003 la Cámara Penal Nº 2. En consecuencia, el imputado deberá completar una condena de 18 años de prisión.
Así concluyó ayer el juicio oral que se llevó a cabo con tribunal unipersonal en la Cámara Penal Nº 1. En la última audiencia, el fiscal de Cámara, Jorge Silva Molina, mantuvo la acusación en contra de Vega por un hecho ocurrido el 1º de abril del año pasado, cuando gozaba de un beneficio de salida laboral.
Con la declaración de tres testigos que ratificaron los cargos en contra del imputado, y otros elementos de prueba, el representante del Ministerio Público consideró que había elementos más que suficientes para tener a Vega como autor del hecho. Ese día, durante la tarde, el imputado violentó el vidrio de un utilitario Renault Kangoo que estaba estacionado en la esquina de Ayacucho y Esquiú, e intentó apoderarse del estéreo.
Al ser sorprendido por un efectivo de la policía, Vega, sin evidenciar nerviosismo, dijo que era “sobrino” del dueño de la camioneta y trató de desligarse del hecho. Pero debido a que el uniformado no evidenciaba estar convencido, en un segundo de distracción el “Mazamorra” emprendió una rápida fuga corriendo. Aunque tras una breve persecución, finalmente fue detenido por la policía.
El fiscal destacó en su alegato que el imputado demostró una proclividad al delito, lo cual lo tornaba peligroso para la sociedad. Entre otras consideraciones, Silva Molina señaló que despreció el beneficio de libertad asistida que le había otorgado el entonces Juez de Ejecución Penal, y volvió a delinquir.
Por ello, consideró que la pena que debía imponérsele era la de dos años de prisión efectiva. Y reclamó que la misma sea unificada con la condena que estaba cumpliendo, y que se lo declare reincidente por primera vez, además de revocar los beneficios excarcelarios.

Sin oportunidad

A su turno, la defensora oficial Mercedes Gandía de Morcos, señaló que coincidía con el fiscal en cuanto a que la existencia del hecho y la responsabilidad de Vega habían quedado acreditadas. pero no compartió el pedido de condena.
La defensora recalcó que Vega es un joven que tuvo una infancia marginal y que nunca fue a la escuela, por lo que no sabe leer ni escribir. Y consideró que fue el Estado quien lo abandonó, al privarlo del derecho a la educación, y ni siquiera en los ocho años que ya pasó en prisión le dieron herramientas para su resocialización.
Vega fue el autor del brutal homicidio de un jubilado al que degolló en su cama en febrero del año 2002. Luego de cometido el crimen se apoderó de un reloj y un grabador de la víctima y huyó. En ese entonces tenía 19 años.
La pena fue de 16 años de prisión. Pero cuando le otorgaron la libertad, los años en prisión no le aportaron ninguna herramienta más para reinsertarse en la sociedad como un hombre productivo.
 

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