Carlos Valencia, el hombre de 30 años oriundo de la provincia de Buenos Aires y acusado de siete hechos delictivos perpetrados entre febrero y marzo del año pasado, fue condenado ayer por el tribunal de la Cámara Penal Nº 2, a cinco años de prisión efectiva, además de exigir al imputado que cumpla con su tratamiento de rehabilitación por consumo de drogas hasta conseguir el alta. Por otro lado, los magistrados solicitaron se investiguen las declaraciones de dos testigos, Pérez y el ex guardiacárcel Vega, propietario de la supuesta arma robada por el imputado, quienes en sus declaraciones manifestaron ciertas irregularidades que deberán ser investigadas para esclarecer el sexto hecho por el cual fue condenado Valencia, por el supuesto hurto del arma al ex efectivo del Servicio Penitenciario.
Luego de que el miércoles expusiera sus alegatos el fiscal Gustavo Bergesio, ayer en la sala de audiencias de la Cámara Penal de Segunda Nominación, la defensora oficial Mercedes Gandía de Morcos dio a conocer sus conclusiones ante el tribunal, y explicó que por los dos primeros hechos por amenazas no hubo una acusación, y que en cuanto al tercero por lesiones leves, la víctima nunca hizo la denuncia correspondiente, por lo que se deduce su falta de interés en mantenerla y solicitó su absolución.
En cuanto a los cuatro hechos restantes, la defensora consideró que la pena solicitada por el fiscal a ocho años de prisión era demasiado severa, ya que es la misma cantidad de años que se impone en el caso de un Homicidio simple, y además explicó que una condena tan extensa pondría en riesgo la continuidad del tratamiento de rehabilitación de Valencia, quien debido a su edad y por tener un hijo muy pequeño merece recuperarse y reinsertarse en la sociedad. Por ello pidió al tribunal que se aplique una sanción menor a la solicitada por el fiscal.

La sentencia
Finalmente, después de un cuarto intermedio de 30 minutos, el tribunal absolvió a Valencia de los delitos de lesiones leves y lo declaró culpable de los cuatro hechos restantes, condenándolo a una pena de cinco años de prisión, y a cumplir con efectividad su tratamiento de rehabilitación por consumo de drogas.
No obstante, también ordenó que se investiguen las declaraciones de dos testigos en la causa, debido a ciertos criterios que ponen en duda si realmente fue Valencia el responsable del delito de hurto del arma del ex guardiacárcel.
“El Porteño” Valencia hizo uso de su derecho y como última palabra manifestó estar arrepentido por los robos y las agresiones en contra de su pareja, pidió una segunda oportunidad para cambiar y poder tener un futuro con su mujer y su pequeño hijo.

El hecho
Carlos Ramón Valencia fue imputado por siete ilícitos que ocurrieron durante cuatro meses seguidos, entre febrero y mayo del año pasado.
Las primeras acusaciones que enfrentó fueron por un hecho de violencia doméstica contra su mujer, y por amenazarla de muerte varias veces. Además de esos hechos también estuvo acusado por dos asaltos perpetrados con una arma de juguete en dos comercios de la zona norte de la Capital.
Después, fue procesado por el delito de hurto cuando sustrajo el arma reglamantaria de un guardiacárcel de apellido Vega, y finalmente el séptimo hecho fue por violentar un auto estacionado sobre Junín al 900 para robar un estéreo.