Parte de una pistola 11,25 con la que habrían ultimado al agenciero de quiniela Robert Durval Marchetti fue hallada ayer en el Dique Las Pirquitas, donde los homicidas la habrían arrojado con intenciones de hacerla desaparecer. Así fue confirmado por fuentes ligadas a la investigación de la causa, las que detallaron que ahora la pieza encontrada será peritada.
El hallazgo se produjo gracias al bajo nivel de agua que presenta el dique en estos días, y habría sido encontrada por particulares, que al advertir que se trataba de una pieza de un arma, dieron aviso a la policía.
Ahora, se intenta determinar exactamente a qué arma pertenece. Y como se trata de un arma de guerra, se trataría de buscar a nombre de quién estaría registrada.
El crimen del quinielero ocurrió el 7 de mayo pasado, cuando dos sujetos que se conducían en una motocicleta intentaron asaltar la agencia ubicada en calle Adán Quiroga y Conesa, en Villa Cubas. Marchetti se resistió al robo y tomó un arma para tratar de repeler a los asaltantes, pero recibió tres disparos de una pistola 11.25.
Los delincuentes se dieron a la fuga y chocaron a dos cuadras del lugar del hecho. Eran parte de una banda, cuyos otros integrantes brindaban apoyo desde una camioneta 4x4 negra. Al accidentarse, uno de los asaltantes subió a la camioneta y se dio a la fuga, en tanto que otro quedó tirado en el suelo, y fue trasladado al Hospital San Juan Bautista.
Los investigadores determinaron que tras el crimen, los de la banda que se conducían en la camioneta se dirigieron hacia el dique, donde desarmaron el arma y la arrojaron en partes hacia el espejo de agua.
Al día siguiente del crimen, se realizaron rastrillajes pero no la pudieron hallar, hasta ayer. Durante la siesta se realizaban nuevos operativos en el dique para tratar de dar con otras partes del arma.

La causa

Al día siguiente del crimen, la investigación, a cargo del Fiscal de Instrucción Nº 4, Ezequiel Walther, sindicó a cinco personas como los integrantes de la banda. Se trata de Diego Moya, señalado como el autor del homicidio; Gaspar Segura, el joven que acompañaba al primero en la motocicleta para perpetrar el hecho; Fernando Ariel Vega, el ex policía que sería el “cabecilla de la banda”; Flavia Quevedo y Carlos Quevedo.
Actualmente, la causa está bajo tratamiento de la Cámara de Apelaciones, debido a que el fiscal recurrió una nulidad dictada en la investigación. Walther imputó a los cinco por el delito de “homicidio calificado por criminis causa en concurso real con robo doblemente calificado en grado de tentativa”.
Días atrás, un fallo del juez José Carma benefició sensiblemente a Carlos Quevedo, ya que el magistrado consideró que él no participó del homicidio, y que sólo fue partícipe secundario del delito de robo agravado en grado de tentativa. La defensa, ejercida por el abogado Luciano Rojas, confía en que con esta modificación pueda recuperar su libertad.