Son Lucas Córdoba (24), empleado municipal, y su primo Mario Alberto Córdoba (32) radicado en Córdoba

Icaño: ya están detenidos los dos supuestos homicidas

Los investigadores no creen que haya vínculo con la presencia de drogas.
miércoles, 15 de diciembre de 2010 00:00
miércoles, 15 de diciembre de 2010 00:00

Un empleado de la municipalidad de Icaño identificado como Lucas Córdoba (24), y un primo hermano de éste radicado en la provincia de Córdoba, de nombre Mario Alberto Córdoba (32), son las dos personas sindicadas como los principales sospechosos del doble crimen que conmocionó a la localidad lapaceña el pasado fin de semana. Ambos están detenidos y en los próximos días serán indagados bajo el cargo de “homicidio calificado por criminis causa”.
De esta forma, para los investigadores que trabajaron desde el pasado domingo, cuando fueron hallados los cuerpos sin vida de la pareja de septuagenarios, Ángel Chames e Hilaria Vallejos, el brutal doble crimen quedó esclarecido. Y consideran que el móvil del homicidio fue la sustracción de elementos de valor, tales como joyas, celulares y posiblemente, dinero en efectivo que podría haber en la vivienda. Aunque hasta el momento no se pudo determinar la existencia de plata ni en qué cantidad.
Tal como se informó ayer, Córdoba fue detenido el martes por la noche en la localidad de Icaño, de donde es oriundo. Su primo fue apresado en la localidad veraniega de Carlos Paz, en la provincia mediterránea, donde está radicado y a donde había viajado el domingo por la noche, tras el crimen.

Secuestros

Durante la jornada de ayer se realizaron otros allanamientos más. Y según confirmaron fuentes ligadas a la investigación, se logró secuestrar un arma de fuego, más precisamente una escopeta calibre 16, que estaría directamente relacionada con el brutal asesinato.
El arma será peritada, junto a otros elementos de prueba que fueron secuestrados. Entre ellos, las joyas que los homicidas se llevaron de la casa de las víctimas y sus teléfonos celulares, que fueron reconocidos por los hijos de las víctimas.
Las joyas habían sido vendidas a un ciudadano de Icaño, quien las entregó a los investigadores. Esa fue una de las pruebas para comenzar a cerrar las sospechas en contra de los imputados.
También fueron secuestradas un par de zapatillas, presuntamente de Lucas Córdoba, y otras prendas de vestir.

El hecho

De acuerdo con los testimonios que se tomaron durante la investigación de la causa, se logró determinar que el brutal crimen ocurrió el viernes entre el mediodía y las primeras horas de la tarde. Los delincuentes ingresaron por una puerta trasera de la vivienda, armados con una escopeta y con un cuchillo o puñal.
La mujer Vallejos estaba cocinando y recibió un disparo con una escopeta de perdigones en la cabeza, además de una puñalada en el cuello. Y quedó tendida en la cocina. Su pareja, Ángel Chames, fue atacado en el pasillo de la vivienda, y habría sido ultimado de una puñalada, también en el cuello.
Los asesinos buscaron los elementos de valor que había en la vivienda y se dieron a la fuga.
Junto a los ancianos, en la vivienda se encontraba el nieto de la mujer, un chico de 15 años con discapacidad mental e invidente. Quizás esa condición haya sido determinante para que los asesinos decidieran dejarlo con vida, ya que no podría reconocerlos.
El menor estuvo en la vivienda, un lugar que no conocía -era la segunda vez que visitaba a su abuela- con los cuerpos sin vida de las víctimas hasta el domingo a la mañana. Ese día, una vecina fue circunstancialmente al lugar a visitar a la pareja y se dio con el macabro cuadro.
El trauma sufrido por el menor le impidió prestar declaración sobre lo ocurrido. El mismo domingo llegó su madre a buscarlo -ella había llegado el jueves por la noche desde Salta y siguió viaje hacia Córdoba-, y lo llevó nuevamente a su provincia, donde iba a recibir asistencia psicológica.
La brutalidad del crimen conmocionó a la localidad lapaceña, que en estos días vio alterada su tranquilidad. Personal policial de la Unidad Regional Nº2 -de las localidades de San Antonio, Quiroz y principalmente de Icaño- trabajaron arduamente junto con las diferentes comisiones que viajaron desde la Capital, integradas por personal de las Divisiones Criminalística, Investigaciones y Sección Homicidios de la Policía de la Provincia, la Dirección de Drogas Peligrosas y la Secciones de Canes.
Todos trabajaron bajo las órdenes de la fiscal de Recreo, Jorgelina Sobh y del coadyuvante Juan Pablo Morales. Mañana, la fiscal Sobh indagaría a Lucas Córdoba como coautor del delito de “doble homicidio agravado por criminis causa”. Y ayer ya se había comenzado con los trámites para el traslado del segundo imputado, quien será indagado apenas llegue a Catamarca.

El misterio de la “cocina” de cocaína

Uno de los elementos de prueba que pudo torcer la investigación del doble crimen fue el hallazgo de una considerable cantidad de clorhidrato de cocaína de alta pureza en la propiedad de las víctimas. Además, en la vivienda se encontró una gran cantidad de precursores químicos para refinar la droga, lo que hizo pensar a los investigadores que en el lugar funcionaba una “cocina” para la elaboración y fraccionamiento de estupefacientes.
Las fuentes judiciales consultadas descartaron, por el momento, que el crimen haya estado vinculado con la presencia de drogas. Sin embargo, no se puede descartar que las víctimas hubieran tenido dinero en efectivo.
Las drogas, los precursores químicos y otros elementos relacionados con el proceso de producción de narcóticos fueron secuestrados por el personal de la División de Drogas Peligrosas de la Policía de la Provincia, que junto al jefe de la división, Comisario César Gutiérrez, se trasladaron hacia Icaño para investigar esa inesperada derivación del doble crimen.
El caso se encuentra en manos de la Justicia Federal.

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