Lucas Tapia admitió haber asesinado a su tía, Corazón Reinoso (55)

El sospechoso confesó y dijo estar poseído

Con la asistencia del defensor oficial Nolasco Contreras, admitió el hecho aunque dijo no recordar algunos detalles puntuales. Uno de ellos es respecto del arma utilizada para apuñalar a la víctima.
lunes, 20 de diciembre de 2010 00:00
lunes, 20 de diciembre de 2010 00:00

Lucas Tapia (20) terminó confesando haber sido el autor del aberrante asesinato de Corazón de Jesús Reinoso (55), su propia tía, el hecho que el martes último conmocionó a los vecinos del barrio La Viñita. Fue ayer por la mañana ante el fiscal de Instrucción Nº 4, Ezequiel Walther; y dijo que estaba “poseído” al momento del brutal crimen y que “tenía que descargarse con alguien”. Ahora se enfrenta a una acusación que podría costarle una condena de prisión o reclusión perpetua.
La indagatoria se llevó a cabo a las 10:30 de ayer en el edificio de Junín al 600. Efectivos de la División Investigaciones de la Policía de la Provincia trasladaron al joven ante el fiscal Walther.
Tapia escuchó la lectura de la acusación por los delitos de “homicidio doblemente calificado, por alevosía y por ser cometido para facilitar otro ilícito y robo en concurso real”. Luego escuchó los elementos de prueba que había en su contra hasta el momento y dijo que iba a prestar declaración.
Según trascendió, el sospechoso tuvo algunas “lagunas” al momento de relatar el hecho, pero en términos generales admitió haber asesinado a la hermana de su madre. Dijo también estar arrepentido de lo ocurrido y no explicó cuáles fueron los motivos que lo llevaron a atacar con tanta violencia a la mujer, indefensa. Pero manifestó que estaba “poseído, que tenía que descargarse con alguien”, y que cuando se le pasó ese estado, se dio con que tenía dos teléfonos celulares y la motocicleta. Pero no podía recordar con exactitud lo que había sucedido.
Tapia contó que fue a “deshora” a la casa de su tía, como había ido otras muchas veces. Y que fue la mujer quien le abrió la puerta.
El imputado dijo que el hecho podría ser como lo relató el fiscal en la acusación, pero que no recordaba bien. Sólo que habría tomado un palo de madera con el que golpeó a la mujer cuando estaba en cama. Según el relato del hecho, ese golpe la pudo dejar inconsciente y agonizante. Pero después, y pese a que la víctima ya no tenía posiblidales de repeler la agresión, le clavó un elemento filoso en el cuello dos veces, con lo que se aseguró el resultado letal.
Una de las secuencias que dijo haber olvidado fue justamente el momento en que apuñaló a la mujer. También dijo que había olvidado qué tipo de arma blanca habría utilizado, ya que se la habría llevado consigo al darse a la fuga.
Después sacó la motocicleta de su primo, Fabián Reinoso, el hijo de la víctima. Tomó dinero de la caja del taller de bicicletas que funcionaba en la casa y otros elementos de valor, como un casco, y dos teléfonos celulares de la víctima. Salió por el portón de acceso vehícular y se dio a la fuga.
Durante su declaración, en la que estuvo mayormente tranquilo y en algunos tramos sollozando, dijo estar arrepentido de lo ocurrido.
Más allá de su declaración, en la causa hay otros testimonios que hacen sospechar que Tapia pudo haber premeditado el crimen. Ya que allegados afirmaron que él hablaba de que se iba a comprar una motocicleta días antes del crimen.
El suceso fue descubierto esa misma mañana, cuando el hijo de la víctima llegó al lugar a buscar la motocicleta, como lo hacía diariamente, y se dio con el cuerpo sin vida de su madre. Tapia circuló desde el martes y hasta el viernes en la moto. Y decía que la había comprado barata. Sin embargo, el viernes pasado algo habría influido en su ánimo. Llevó la motocicleta a la casa que alquilaban las hermanas de un amigo, de apellido Pacheco, en La Tablada, y la dejó allí, para que su amigo la pasara a buscar.
Así fue como la policía dio con el rodado, que era buscado desde el día del crimen infructuosamente. Horas después del secuestro de la moto, Tapia fue detenido en su casa, en la zona sur de la ciudad.
Y el sábado por la tarde se logró dar con otro elemento más de prueba. Tapia había vendido el teléfono celular de su tía a un conocido y por unos pocos pesos.
Hoy, el fiscal Walther solicitará la audiencia de control de detención ante el juez de Garantías José Antonio Carma. Dada la gravedad del hecho y la condena a la que podría ser sentenciado, no se descarta que se lo mantenga privado de la libertad.

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