El tribunal de la Cámara Penal de Segunda Nominación comenzará a juzgar hoy a una joven identificada como María Isabel Molina (21), que está acusada por el delito de “homicidio calificado por el vínculo”, ya que habría acabado con la vida de su hijo recién nacido. El terrible hecho ocurrió en junio del año pasado en Aconquija -Andalgalá-.
Así fue confirmado por fuentes judiciales, las que detallaron que la imputada enfrenta una acusación que podría acarrearle una pena de reclusión perpetua, de mantenerse la acusación tal cual fue efecuada por la fiscal de instrucción Martha Graciela Nieva.
El hecho ocurrió el 16 de junio de 2009. Ese día, aparentemente la imputada, que cursaba un embarazo de 8 meses, habría utilizado un medicamento que tiene efectos abortivos.
Sin embargo, las pericias determinaron que la joven dio a luz a un niño, al que habría metido dentro de una bolsa y lo arrojó al fondo de la vivienda, donde alquilaba una pieza, en medio de basura.

Acusación

El hecho se descubrió recién al día siguiente porque una amiga fue a visitarla, y advirtió manchas de sangre en su habitación. Molina se descompensó y la amiga la llevó a un centro de salud, donde advirtieron que había dado a luz, por lo que tras poner en conocimiento de lo ocurrido a la Justicia, se allanó la vivienda y se encontró el cuerpito sin vida del bebé.
Las pericias forenses determinaron que el niño había nacido con vida. Y que murió por hipoxia o hipotermia.
Ante ello, la fiscal le imputó el delito de “homicidio calificado por el vínculo”. En su defensa, la joven argumentó que el bebé había nacido sin vida, o al menos así lo creía, y que tomó las pastillas abortivas para tratar de expulsar la placenta.
Molina tiene alrededor de 21 años, y desde la adolescencia trabaja en la cosecha de papas. Desde hacía cuatro años vivía sola porque su madre la habría echado de la casa, y debió comenzar a valerse por sí misma.