Luego de la alegría y las renovadas esperanzas al saber que los 33 trabajadores que llevan atrapados 18 días en la mina San José están vivos, ayer comenzó un intenso operativo de asistencia médica y psicológica para mantenerlos en las mejores condiciones posibles, mientras se inicia un proceso de rescate que demandará alrededor de tres meses.
En diálogo con El Esquiú.com, el periodista Carlos Vega de El Diario de Atacama, brindó un panorama actualizado de lo que estaba sucediendo. “En horas de la mañana habló el ministro de minería, Laurence Golborne, que es el encargado de las obras de rescate, y señaló que el pozo ya habría sido asegurado en un cordón umbilical, según lo denominó él (...). Esta operación se hizo con una investidura de hierro para que no hubiera derrumbes, y se ingresó una cámara de video”, explicó el reportero.
En un primer intento, se ingresó una cámara que captó imágenes de los mineros en el refugio, pero falló el audio por una filtración de agua. Ayer, finalmente pudieron obtener tanto imágenes como audio, que confirmaron ese mensaje que colmó de júbilo a todo Chile cuando los mineros escribieron que los 33 estaban bien.
“El paso siguiente, ya superada la fase de búsqueda, es trabajar en la fase del rescate”.
Mediante una zonda, ayer comenzaron a enviar una solución proteica y líquido, ya que el agua con el que cuentan en el refugio no es potable. Los responsables del rescate priorizaron que los mineros brindaran información sobre su estado de salud. Si bien el estado general de todos es muy bueno, dadas las condiciones en las que se encuentran, se pudo saber que un minero había tenido dolencias estomacales. Mediante la misma zonda pudo recibir medicamentos.
“Según lo que hablaron los equipos médicos, señalaron que habían tenido problemas oculares y se está consultando qué tipo de medicamentos se les puede enviar”.

Rescate

Llegar hasta el refugio donde están los mineros podría demandar alrededor de tres meses de tarea. Para ello, se está trasladando una maquinaria especial para realizar una excavación nueva y poder llegar hasta el lugar.
Mientras tanto, se organizó todo un sistema de asistencia por medio de las zondas por las que lograron hacer contacto. Por allí, recibirán alimentación, agua, medicamentos, pero también tendrán asistencia psicológica y médica. Además, se está instruyendo a las familias de los mineros para que puedan comenzar a tener diálogos con ellos. Es importante que no reciban mensajes desalentadores, ni se muestren escenas de pánico que puedan alterar la frágil situación en la que deberán vivir hasta que llegue el rescate físico y puedan volver a la superficie.

El incidente

Vega indicó que los rescatistas realizaron un informe en el que se señala que la mina tiene más de cien años de antigüedad, y que se habrían socavado los pilares naturales debido a la sobreexplotación de la que fue objeto. “Coloquialmente, graficaban que era como un queso con agujeros, que en cualquier momento la presión la podía hacer ceder”, graficó.
Un megabloque de roca de 700 mil toneladas se desplazó y ello fue lo que originó el derrumbe.