La iglesia católica de Bélgica calificó de errores del pasado los abusos sexuales contra menores cometidos por religiosos, luego de que un informe sacara a la luz más de 400 casos perpetrados entre 1960 y 1980.

El arzobispo de Malinas-Bruselas, André Leonard, citado hoy por la prensa local, aseguró que de los errores del pasado desean sacar las lecciones necesarias.

Queremos comprometernos para una disponibilidad hacia las víctimas, afirmó el máximo responsable de la Iglesia católica belga.

Para Leonard, el problema y las emociones generados por el citado informe son de tal talla que les resulta imposible presentar por el momento una propuesta detallada al respecto.

De acuerdo con el citado documento, elaborado por una comisión encargada de investigar casos de pederastia en Bélgica, al menos 13 de las víctimas de abusos sexuales terminaron suicidándose.

Asimismo, subraya los efectos negativos en la salud física y mental en la vida de los menores que fueron objeto de arbitrariedades cometidas, principalmente, por sacerdotes.

El informe señala además que los abusos contra la mayoría de los infantes iniciaban a los 12 años de edad, pero también, sostiene, hay casos de niños cuyos sufrimientos y vejaciones ocurrieron cuando tenían solo entre cuatro y siete años.

Frente a la actual situación de la iglesia belga, el obispo de Tournai, Guy Herpigny, subrayó que es necesaria una nueva estructura de colaboración entre el clero, la justicia y los expertos en ayuda a las víctimas.

Sin embargo, Herpigny justificó los casos de abusos ocurridos en el pasado en las diferentes congregaciones eclesiásticas al aducir que estos se siguen cometiendo en la actualidad en todos los niveles de la sociedad. Lo que no dijo el obispo es que los violadores suelen acabar purgando largas penas de prisión y por ahora en la Iglesia belga el mayor castigo han sido unas pocas dimisiones.