Mediante un rápido juicio oral, el juez César Marcelo Soria condenó ayer a tres años de prisión en suspenso a una mujer que fue juzgada por incendiar la vivienda de su ex pareja por despecho. La pena fue el mínimo previsto para el delito de incendio, y fue la condena que solicitaron tanto el fiscal Rubén Carrizo, como el abogado defensor, Roberto Díaz, luego de la confesión de la acusada.
La mujer -cuyos datos se mantienen en reserva- declaró ante el tribunal unipersonal y admitió haber rociado con combustible todas las pertenencias de su ex pareja e iniciar un voraz incendio, en un vivienda ubicada en el Pje. Vélez Sársfield y Córdoba del barrio La Tablada. El hecho ocurrió el 30 de diciembre de 2007, luego de una discusión que había mantenido con quien era su pareja en ese momento, un hombre de apellido Carabajal.
Cuando el hombre se fue del lugar y la dejó sola, buscó un bidón con nafta y comenzó a bañar toda la habitación, para finalmente encender fuego y darse a la fuga. Las llamas destruyeron por completo las pertenencias de Carabajal, quien no dudó en radicar la denuncia en su contra.
Ayer ante el tribunal dijo que había actuado por bronca y desesperación al verse sola, y se manifestó arrepentida de lo ocurrido. Sin escuchar más testigos, al momento de los alegatos el fiscal consideró que por las condiciones de vida de la mujer, que es madre sola, sostén de un hogar y que tiene hijos estudiando, incluso uno con nivel universitario, consideró que declararla culpable e imponerle la pena mínima era más que suficiente castigo.
El defensor coincidió con el fiscal y el juez Soria falló en consecuencia.