Una niña de cuatro años fue encontrada muerta, aparentemente a golpes y con signos de haber sido torturada, en una vivienda de la ciudad de San Luis, y el matrimonio que la tenía a su cuidado, identificados como Miguel Angel Riquelme y Dora Videla quedó detenido e imputado del delito de homicidio.
Según se conoció ayer, el terrible caso fue descubierto el domingo pasado en la casa situada en la calle Los Inmigrantes 1582, de la capital puntana, donde la pequeña, de nombre Guadalupe, vivía junto a otros seis niños de entre tres y trece años, hijos de la pareja que la cuidaba.
Tras recibir un llamado al teléfono 911, la Policía local acudió al lugar y se encontró con el cuerpo de la niña en una cama de una plaza. El cadáver presentaba signos de que la menor había recibido varios golpes en la cabeza y en la nuca, además de en el rostro, y quemaduras de cigarrillos en pies y manos, entre otras graves lesiones.
De inmediato se detuvo a la pareja propietaria de la casa, un hombre de 45 años y una mujer de 30, mientras que la madre de la menor, de 21 años, no había sido ubicada y, según trascendió, se sospecha que se dedica a la prostitución.
Antes, la pareja había intentado una vana explicación en la que intentaban sostener que la nena se había caído y golpeado la cabeza.
Según publicó el diario La República de San Luis, un vecino declaró que el domingo a la mañana vio a la niña acurrucada en medio del patio de la vivienda. Llevaba algunas ropas livianas, y estaba envuelta sólo en una colcha. Los investigadores sospechan que la niña fue víctima de una brutal golpiza.
Una autopsia posterior determinó que la nena había recibido al menos seis golpes con un objeto romo, como puede ser un palo, en la cabeza, lo que le había causado un edema cerebral y después la muerte.
Sin embargo, los médicos que tuvieron a su cargo la necropsia advirtieron que más allá de la salvaje golpiza que recibió, de haber recibido atención médica a tiempo, la niña podría haberse salvado.
También se verificaron múltiples hematomas en el cuerpo y signos de que recibía constantes torturas, además de un paupérrimo estado de nutrición y sanitario, que se evidenciaba en el bajo peso que presentaba y en que sufría de sarna.