El gobierno rechazó ayer una nueva alternativa para rescatar a los 33 mineros atrapados en la mina San José, en el norte de Chile, y sólo se mantiene trabajando una perforadora, la segunda está rota y se prepara una tercera.

El coordinador de las perforaciones, René Aguilar, dijo en conferencia de prensa que el Plan D como alternativa de rescate le parece "peligrosa e inviable" al recordar que la chimenea de ventilación no existe, "la mina está cerrada", aseguró.

La idea original del ingeniero Miguel Fort, quien ha participado en 14 rescates en Chile y el extranjero, era ingresar nuevamente a la mina por la entrada y llegar a los mineros por la chimenea (vía de escape) una vez seguros de su estabilidad y de que no hay actividad geotérmica.

Por el momento, la perforadora Strata 950 alcanzó ya los 256 metros de profundidad de los 700 metros necesarios para acceder a los mineros, mientras que la segunda se encuentra inactiva por la fractura del martill, al llegar a los 268 metros, y la máquina exploradora de petróleo está siendo montada.

Pese a los esfuerzos y la moderna tecnología, los rescatistas sostienen que desenterrar a los 33 mineros no será antes del mes de noviembre.

En otro orden de ideas, unas 10 empresas mineras realizan una feria de trabajo en la ciudad de Copiapó, lugar del desastre, donde ofrecen unos 300 puestos de trabajo en respuesta al llamado que les hizo el gobierno, luego de anunciar el cierre definitivo de la mina San José.

Por suparte, la compañía local Elmin, ha ofrecido a los 33 mineros un viaje a Grecia en compañía de una familiar, luego de su rescate, con el propósito de que disfruten de sol y playa. La invitación la hicieron llegar a la Embajada de Chile en Atenas.

Los últimos reportes indican que los mineros se encuentran en buen estado de salud y de buen ánimo a 34 días del derrumbe que los dejó al fondo de una mina.

Familiares de mineros exigen información

Los lentos avances en dos de los tres planes de perforación que realiza el gobierno para rescatar a los 33 mineros atrapados a 703 metros de profundidad inquietan a las familias que permanecen en la planta San José, en Atacama, en el desierto del norte chileno.
María Segovia, hermana de un minero atrapado, dijo que los familiares se reunieron para exigir “más y mejor información al gobierno. Nos dijeron que vamos a tener dos reuniones en vez de una y les advertirmos que pensamos en hacer una protesta o medidas de presión si no muestran más avances con los trabajos”.