César Fabián Pihuala, el chofer de la empresa de transporte G.M. S.R.L., acusado de arrollar y matar a un peatón en agosto de 2006, comenzó a ser juzgado ayer en el Juzgado Correccional Nº2 bajo el cargo de “homicidio culposo agravado”. En la primera audiencia, el imputado accedió a prestar declaración ante el juez Luis Mario Varela, y dio su versión sobre cómo ocurrió el fatal accidente que le costó la vida a Claudio Herrera, al que atropelló cuando conducía un colectivo que realizaba el recorrido de la línea 103.
Pihuala, que es asistido por el abogado Enrique Lilljedhal, señaló que nunca vio a la víctima cuando cruzaba la avenida Hipólito Yrigoyen, en la intersección con avenida Güemes, donde se produjo el siniestro. Y entre otras circunstancias, señaló que el tipo de colectivo que manejaba no le permitía tener una buena visión del panorama.
El conductor hizo un detallado relato sobre el recorrido. Explicó que viajaban cinco pasajeras mujeres en la unidad, y que sintieron el golpe en uno de los parantes traseros de la unidad. De inmediato el chofer apretó los frenos pero debido al impulso con el que circulaba el vehículo recién pudo frenar algunos metros después.
Ante el desconcierto y el nerviosismo una de las pasajeras a gritos le dijo a Pihuala que había atropellado a un hombre y que estaba debajo del rodado. Conmocionado, el conductor se quedó en su asiento y esperó hasta que llegó la policía. Pihuala, además de advertir que la unidad no tiene buena visibilidad, explicó también que en la esquina de las avenidas estaba estacionada una camioneta Ford F-100 color blanca, que también contribuyó a impedir una buena visibilidad.
Por su parte, la representante del ministerio Público, Olga Pereyra de Delgado, indagó con respecto a la cantidad de veces que Pihuala habría realizado ese recorrido, dado que de acuerdo con lo declarado por el imputado recién llevaba trabajando dos meses en la empresa.

Sin castigo

A pesar de lo sucedido Pihuala señaló que nunca fue suspendido por la empresa ni tampoco recibió sanciones de ningún tipo por el accidente. Y explicó que los encargados de la empresa consideraron que no tenía culpabilidad alguna en lo sucedido. Hasta el día de hoy el acusado continúa su labor como chofer de colectivo en la misma empresa e incluso en la misma línea.
Por otra parte, la defensa solicitó que se cite a declarar a dos de las pasajeras del colectivo. Si bien la mayoría de las partes estuvieron de acuerdo con el pedido, el abogado Marcos Denett, que representa a los familiares de la víctima en su carácter de actor civil, se negó a la solicitud ya que sostuvo que desde un primer momento el imputado tuvo los datos de las testigos y nunca fueron llamadas ni siquiera en instancia de instrucción de la causa. Además, sostuvo que no consta quiénes eran esas pasajeras.
El debate continuará el próximo martes, cuando se espera la presencia de los primeros testigos que fueron convocados a declarar en la causa.
Además de Pihuala, en la causa está civilmente demandada la empresa de transporte, como así también la aseguradora, a quienes la acción civil reclamará una indemnización.