Lo juzgarán por intentar violar a la hija de su pareja

Los hechos habrían ocurrido el 2 de abril.
jueves, 23 de septiembre de 2010 00:00
jueves, 23 de septiembre de 2010 00:00

El Fiscal de Instrucción de Séptima Nominación, Miguel Andrés Mauvecín, dio por concluida la investigación penal preparatoria, que tiene como imputado a un chapista de 39 años, de apellido Brizuela, sospechado de haber abusado sexualmente de su hijastra menor de edad, en reiteradas oportunidades.
El imputado fue acusado por dos hechos de delito de “abuso sexual con acceso carnal en grado de tentativa agravado”.
Ambos hechos se produjeron el 2 de abril de 2010, cuando Brizuela habría intentado violar a su hijastra de 11 años, en su vivienda, ocasión en la que fue sorprendido por su concubina, quien procedió a realizar la denuncia en la Unidad Judicial Nº 8.
Según trascendió, los hechos se habrían producido en en reiteradas oportunidades, siendo uno de los primeros intentos en la habitación de la víctima.
 

En esa oportundidad, aprovechando que se encontraba solo en la vivienda con la menor, Brizuela la habría arrojado con violencia sobre la cama, cuando ésta se encontraba mirando televisión, pero la niña habría logrado escapar.
Sin embargo, en un segundo intento, el imputado le exigió a la niña que le acercara un colchón hasta la cocina; nuevamente la arrojó con violencia sobre el mismo y la despojó del pantalón y de sus prendas íntimas. Posteriormente, Brizuela se retiró hasta una habitación continua, en donde se desnudó, para luego regresar hasta la cocina con una cuchilla, con la que logró amenzar a la niña y atar sus manos con una remera. Allí, intentó acostarse encima de la víctima, quien le pegó una patada. En ese momento la madre de la nena ingresó en la habitación, sorprendiendo al imputado desnudo y a la niña recostada y atada sobre un colchón, también desnuda.
 

Fuentes ligadas a la investigación, manifestaron que cuando los efectivos policiales lograron arrestar a Brizuela, que se encontraba en estado de ebriedad, éste habría reconocido “mandarse una macana”.
Según los datos aportados a la investigación, los abusos habrían ocurrido en reiteradas oportunidades, desde que la niña tenía siete años, quien habría alertado a su madre sobre los hechos, pero en esas ocasiones ésta no habría hecho nada.
 

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