Un grupo de boqueteros se habría hecho pasar por integrantes de un grupo religioso, para alquilar un club vecino al Banco Macro, desde donde habrían irrumpido a la sucursal si no hubiese sido por la alarma. El frustrado hecho fue advertido ayer a las 8 por la Policía, sin que se constataran faltantes en el banco.
Desde la comisión del club social alquilado por los boqueteros, explicaron que los supuestos religiosos deberían haber devuelto ayer las llaves de la sala, pero la organización de la Sociedad Italiana recién las encontró hoy junto al boquete por el que pretendían acceder a la sucursal.
La ciudad de Río Segundo está situada a 37 kilómetros al sudeste de la Capital cordobesa.