Crimen y secuestro de Campana

Lo habrían matado porque reconoció a sus captores

Dos vecinos habrían visto a Matías Berardi cuando pedía ayuda.
jueves, 30 de septiembre de 2010 00:00
jueves, 30 de septiembre de 2010 00:00

La hipótesis que manejan los investigadores del secuestro y crimen de Matías Berardi (16), cuyo cadáver fue encontrado junto a una ruta de la ciudad bonaerense de Campana, es que el adolescente fue asesinado ya que al intentar fugarse, habría identificado a sus captores.
Por el hecho, hasta ayer, habían sido detenidos un herrero, su esposa y sus dos hijas, una de ellas menor de edad, quienes habitaban un galpón en el que se sospecha mantuvieron cautivo a Matías, entre la madrugada del martes y la hora en que fue asesinado. También fue apresado un hombre de unos 40 años que había sido socio del herrero, a quien se le secuestró un teléfono celular que puede estar implicado en el hecho.
Otro dato que aportaron los investigadores, es que el crimen se produjo en el mismo lugar en el que fue encontrado el cuerpo. El fiscal ordenó una nueva inspección en el lugar donde fue hallada la víctima -ruta provincial 6, a cuatro kilómetros de la ruta Panamericana- en busca del plomo con el cual fue asesinado Matías.
En la escena del crimen, los peritos también encontraron destrozado el aparato celular que pertenecía al joven y con el que se hicieron llamadas extorsivas, además de una corbata, que los investigadores presumen, pudo haber sido empleada como mordaza y que ahora será analizada en búsqueda de evidencias.

Testigos clave

Por otra parte, ayer trascendió que al menos dos vecinos vieron a Matías cuando intentó escapar del galpón de Benavídez, donde habría estado cautivo, pero sus captores les hicieron creer que se trataba de un ladrón.
Mauro, uno de los testigos, dijo que había mantenido un breve diálogo con Matías, cuando éste intentaba huir. Contó que pedía ayuda y que luego fue subido a un auto por dos hombres.
El testigo lo habría visto el martes alrededor de las 20.15, cerca del horario en que se produjo la última llamada extorsiva al padre de Matías. Sin embargo, nadie le prestó ayuda al joven porque los presuntos captores dijeron que era un ladrón.
“Nunca pensamos que iba a pasar esto”, sostuvo el chico, quien se convirtió en uno de los testigos clave de la recaptura de Matías antes de ser asesinado. El adolescente, en un evidente estado de angustia dijo, que Matías “gritaba que lo ayuden, que lo habían secuestrado, que llamen a la Policía”. Hasta que cerca del cementerio lo interceptó un auto, y se lo llevó.
Otro vecino que se identificó como Juan Carlos, contó que el martes por la noche iba caminando cuando vio frenar un auto que sería un Chevrolet Corsa, en donde dos muchachos discutían, para finalmente fugarse hasta la autopista. Luego se le acercó un patrullero, que circulaba en la zona por un intento de robo, con quien dio una vuelta hasta encontrar a un remisero que les contó que “un chico de 16 ó 17 años se le quiso subir al auto”. “Justo había dejado un pasajero acá a mitad de cuadra, el muchacho (por Matías) iba corriendo y el hombre que se bajó le dijo ‘andate que te van a robar’”, recordó Juan Carlos y agregó que fue el remisero quien llamó a la Policía por el supuesto intento de robo.
El hombre manifestó que nunca supuso que el muchacho que quería subir al auto, pudiera ser Matías. Agregó que todos creyeron la versión porque si un pibe se quiera subir a un auto es porque quiere robar. “Podríamos haberlo salvado a Matías”, se lamentó.

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