Sumamente comprometida quedó ayer la situación de Raúl Mascareño (29), uno de los acusados por el crimen de Guillermo Antonio Carrizo (59) ocurrido el 14 de marzo del año pasado en el camino a El Rodeo. Es que un testigo presencial de la violenta pelea señaló que fue él quien le dio el golpe letal con una piedra de considerable tamaño.
El declarante es Luis Frías, un vecino de Mascareño que fue testigo privilegiado de la violenta pelea desatada en la casa de la madre del acusado, Elsa Luna. El hombre narró con lujo de detalles cómo comenzó la gresca que terminó con Carrizo sin vida tras un violento golpe con una piedra en la cabeza.
Frías comentó que la víctima tenía una relación con Luna y que sabía que la mujer estaba teniendo otro noviazgo con José Solohaga, el otro imputado. Narró que el día del hecho Carrizo estaba en su casa y todo comenzó cuando fue a buscar una gaseosa a la casa de la mujer y comenzaron a cruzarse insultos con Mascareño.
 

El testigo señaló que Carrizo fue apedreado tanto por Mascareño como por Solohaga. Y que con éste último intercambió algunos puñetazos. Pero que fue Mascareño quien luego de ver que Carrizo le había pegado una trompada a su hermana, quien intentaba apaciguar los ánimos, tomó una piedra de considerable dimensión con la que le asestó un violento golpe desde atrás, en la nuca, que fue, a su entender, el que lo dejó sin vida.
Además de este testigo, declaró ayer otro de los médicos que realizó la autopsia. Y vecinos que también observaron la pelea, aunque desde mayor distancia, y dieron otros detalles, como que Masacareño remató a Carrizo cuando ya estaba en el suelo.