El fiscal de instrucción N° 5, Juan Pablo Morales, indagó ayer a un hombre de 60 años de apellido Aráoz por el delito de abuso sexual gravemente ultrajante, y el acusado se negó a hablar. Se trata del hombre que fue denunciado por su concubina porque supuestamente habría abusado sexualmente de la hija de la mujer de 14 años, aprovechando que se había quedado a dormir en su casa durante la madrugada del sábado pasado.
Así trascendió de fuentes ligadas a la investigación de la causa, las que detallaron que el imputado fue trasladado a la sede de la Fiscalía de calle Junín al 600, donde el fiscal le informó del hecho imputado y de las pruebas que hay en su contra hasta el momento. Con la asistencia del abogado Oscar Callán, el hombre mantuvo silencio y probablemente hoy sea sometido a una audiencia de control de detención para determinar si sigue privado de la libertad.
El hecho habría ocurrido durante la madrugada del sábado cuando la hija adolescente de su pareja –que no vive con ellos-, se habría quedado a dormir en el lugar. En un momento de la madrugada, el hombre ingresó en la habitación donde dormía la menor y se metió en su cama, donde comenzó a tocarla en sus partes íntimas y habría intentado accederla carnalmente.
La menor se levantó presa de una crisis de nervios y llamó a su madre. La mujer, en medio de un estado de shock y tras una violenta discusión con el hombre, llevó a la hija para realizar la denuncia penal correspondiente. La niña fue sometida a un análisis médico y tras el testimonio de la víctima corroboraron la denuncia y el fiscal Morales ordenó la detención del imputado.
Dadas las circunstancias que rodearon al hecho, el representante del Ministerio Público consideró que el hecho fue más grave que un simple tocamiento, por lo que imputó por una figura más severa al acusado, que está contemplada en el segundo párrafo del artículo 119 del Código Penal y que prevé una pena de entre 4 y 10 años de prisión.