La Justicia realizó varios allanamientos

Secuestran un auto que habrían usado los asaltantes de la finca

domingo, 20 de marzo de 2011 00:00
domingo, 20 de marzo de 2011 00:00

Después de varias pistas que surgieron en marco de la investigación por el violento asalto en la finca olivícola “Siempre verde”, en el que al menos tres delincuentes robaron más de 100.000 pesos, la justicia realizó varios procedimientos y allanamientos, en el que secuestraron un rodado Volkwagen Gol que habrían empleado los delincuentes para escaparse. Sin embargo hasta ayer no había detenidos por el hecho.
Fuentes ligadas a la investigación informaron que los allanamientos se produjeron en la conocida “zona roja” de la Capital, en donde trabajaron en conjunto efectivos de la División de Investigaciones y de la unidad Judicial N º 10. En uno de los procedimientos realizado ayer al mediodía, los investigadores secuestraron un automóvil que habría sido el empleado por los delincuentes para darse a la fuga, sin embargo, hasta el momento, la investigación no había arrojado indicios claros sobre los autores del hecho, pese a que habría sospechosos.
El asalto ocurrió el sábado, mientras Néstor Perdiguero Figueroa viajaba en una camioneta Peugeot Partner junto a la hija del encargado de la empresa, con el dinero destinado al sueldo de los empleados. Fue a unos 5 kilómetros al sur del aeropuerto Felipe Varela, en un callejón de tierra que dirige hacia las instalaciones de la finca, que uno de los asaltantes los detuvo. Antes de que arrancaran nuevamente, un segundo asaltante salió del costado del camino, y entre los dos encañonaron al conductor y a la joven. Les cubrieron los rostros con sus propias prendas, y los obligaron a subir en la parte de atrás del vehículo, donde los maniataron. Tras recorrer unos cuantos kilómetros por la ruta 33, los delincuentes salieron de la ruta hacia un costado y dejaron debajo de dos algarrobos al vehículo, con las víctimas maniatadas. Luego se subieron a otro vehículo y se dieron a la fuga rápidamente. Instantes después, cuando pudieron deshacerse de sus ataduras, Perdiguero Figueroa y Tapia pidieron ayuda a otros automovilistas para informar del hecho a la policía.

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