Finalmente, Jorge Omar Parodi enfrentará un tribunal y será juzgado bajo la carátula de homicidio simple, como autor de la muerte del joven Gabriel Valatkevicnis. Así lo resolvió ayer el fiscal de Instrucción de Segunda Nominación, Roberto Mazzucco, quien elevó la causa a juicio y notificó a las partes.
Los elementos probatorios clave en los que se apoyará el debate, además de las pericias, serán las declaraciones testimoniales del joven de apellido Soto, amigo de Gabriel presente en el momento, sumadas a las de las otras tres personas que lograron presenciar el hecho delictivo, entre otras pruebas. Aquí es donde hay que resaltar, además, que la reconstrucción del hecho interpretada el lunes pasado constituyó un pilar fundamental para que la investigación se considere finalizada y pase a la siguiente instancia.
En la reconstrucción claramente se pudieron contrastar las diferencias entre la versión dada por Parodi y las referidas por el resto de los testigos. Parodi insistió en la existencia de una pelea previa con Soto y con la víctima, en la cual fue supuestamente agredido en primera instancia y por ello se limitó a defenderse, agregando que el testigo era quien poseía un elemento cortante y que en el forcejeo entre ambos y Valatkevicnis, éste último saldría herido en forma accidental. En cambio el resto de los intervinientes coincidieron en señalar que el imputado les cruzó su automóvil Daihatsu Cuore cerrándoles el paso y descendió del vehículo, agrediendo en primera instancia a Soto y luego a Gabriel, a quien le asestó dos golpes de puño con su mano izquierda y al levantar éste sus brazos, con su derecha Parodi emitió el puntazo fatal que causaría una herida cortante debajo de la axila izquierda, seccionando completamente la arteria y vena subclavia, acabando con la vida del adolescente luego de unos minutos.
Que todos los testigos indiquen que no hubo pelea recíproca, sino que la agresión fue por parte de Parodi, representó el más duro revés para la defensa del imputado, la cual había solicitado la reconstrucción antes mencionada en búsqueda de un saldo favorable entre el cruce de declaraciones de los testigos y la posición exculpatoria que asumió Parodi desde el primer momento.

Noche trágica

Minutos antes del sangriento desenlace, en la noche del 26 de enero último, Gabriel Valatkevicnis se encontraba cumpliendo años. Mientras cruzaba la avenida Presidente Castillo junto a un amigo, tuvo un cruce con un automovilista que casi los habría embestido. Luego de un cruce verbal con el conductor, los jóvenes siguieron su camino por la calle Alférez Segura. Quien iba al mando de vehículo era Jorge Omar Parodi, un conocido mecánico de motocicletas de La Chacarita, quien dio la vuelta por la rotonda del monumento a Los Fundadores y volvió en la dirección opuesta, para luego ingresar por la misma calle y tras cerrarles el paso habría cometido el hecho que hoy se le imputa, para luego darse a la fuga, descartando el elemento cortante en el camino.
Luego de recibir la fatal herida, Gabriel, ayudado por su amigo, pediría ayuda a vecinos que presenciaron la escena mientras tomaban mate en la vereda, los cuales lo sentaron en una silla. La gran cantidad de sangre que emanaba de la herida terminó por marcar el deceso del joven. El arma homicida jamás pudo hallarse.
Parodi fue detenido por efectivos de la Comisaría Tercera, aunque luego declararía que tenía la intención de entregarse cuando se enteró de la muerte del joven.
Es así que el mecánico, que se encuentra detenido en el Servicio Penitenciario, podría ser condenado en el marco del artículo 79 del Código Penal, el cual establece penas que van desde los 8 a los 25 años de reclusión carcelaria.