Una nena de 10 años terminó con serias quemaduras en su rostro y en sus manos luego de haber estado jugando con pirotecnia dentro de su habitación, en el sur de la ciudad. Durante el transcurso de su internación se develó que la menor tiene una complicada situación familiar y su progenitor no podía ser localizado. La niña se convirtió en la primera persona quemada por este tipo de accidentes cuando aún falta un mes para la llegada de las fiestas.
Aproximadamente a las 11.30 la menor, quien reside en el barrio 17 Viviendas, también denominado Calera del Sauce, se encontraba sin la supervisión de adultos mientras manipulaba una cajita de “cohetes”.
Según trascendió, la pequeña habría intentado introducir uno de los petardos en el interior de una botella sin llegar a lograrlo. Al emanar un pequeño haz luminoso antes de explotar, el objeto pirotécnico desató un pequeño incendio. La niña intentó sofocarlo mediante el uso de una botella con líquido, desconociendo que contenía alcohol.
El hecho se vio agravado ya que a causa de lo sucedido la menor terminó quemándose el rostro y ambas manos. Momentos después, su abuelo advirtió el hecho y dio aviso a la policía, desde donde se diligenció el traslado hacia el hospital de Niños Eva Perón a través de una ambulancia del SAME, y quedó alojada en la Unidad de Terapia Intermedia.

Lesiones

En diálogo con El Esquiú.com, la pediatra Esther Sarmiento, quien le realizó las curaciones a la menor, indicó que las quemaduras fueron leves en una superficie de aproximadamente el 10% de su cuerpo, específicamente en sus mejillas, la zona del mentón y las manos. De acuerdo con su evolución sería trasladada hacia la sala de quemados y luego se evaluará si necesita algún tipo de cirugía estética.

Situación familiar

En el hospital se hizo presente la madre de la pequeña, Paola Bulacios, quien en diálogo con este medio indicó que su exsuegro la fue a buscar a su casa luego del accidente, ya que ella vive separada del padre de sus hijos desde hace tiempo. Según indicó la mujer, aguardaba que el progenitor de la pequeña llegara al hospital a cuidar de ella para ir hacia la comisaría más cercana a radicar una denuncia en su contra por el abandono de la menor.
Conforme a sus palabras, el padre, quien tiene la guarda de la menor por decisión del Juzgado de Familia desde hace alrededor de tres meses, había salido la noche anterior con su actual pareja y hasta el momento de los hechos no había regresado ni respondía a su teléfono celular, por lo que hasta horas de la tarde de ayer no se había enterado de lo sucedido.

Un peligro evitable

Desde el Hospital de Niños indicaron que es siempre preferible que los menores no manipulen ningún tipo de pirotecnia por los consabidos riesgos que revisten estos elementos.
Se recomienda siempre que los menores estén acompañados de sus padres o de adultos responsables.
La prevención de accidentes por pirotecnia constituye un acto de conciencia y responsabilidad por parte de los padres. A causa de su precio módico, los “cohetes” suelen ser usados por los menores como un divertimento durante los últimos meses de cada año. Las fiestas son momentos de unión y felicidad, sin embargo pueden convertirse en situaciones de tensión y dolor a causa de la pirotecnia. Su hijo puede integrar en estas fiestas la lista de accidentados con artefactos pirotécnicos.