Alejandro Pachao mantiene una incansable lucha por hacer escuchar los reclamos en cuanto a la forma en la que la Justicia maneja la causa de la muerte de su hijo.
Alejandro es el padre del joven Diego (20), quien murió en el hospital San Juan Bautista luego de ser trasladado en grave estado desde la comisaría Séptima en un polémico episodio que involucró apremios policiales, en el ya lejano mes de marzo de este año.
El hombre estuvo en el sector de la Plazoleta de la Bandera desde la mañana hasta que se escondió el sol, con carteles de protesta, buscando acompañantes para hacer una movilización y recolectando más firmas de personas que se solidarizan con su causa. Consultado sobre lo extenso de su presencia, respondió que no tiene plata para estar yendo y viniendo, por lo que decide aguantar en el lugar.
La lucha de Pachao se basa en la imputación de los oficiales que actuaron el día de la detención y posterior muerte de Diego, quienes están acusados y serían llevados a juicio por el delito de vejaciones, mientras que el padre del joven difunto argumenta que la causa debe mutar a homicidio simple. “Ellos mataron a mi hijo, a él deciden no operarlo porque tenía coma cerebral”, indicó.
Uno de los últimos testimonios recabados por la instrucción de la Unidad Fiscal de Delitos Especiales es el de un médico que atendió al joven, que indica que de acuerdo con las tomografías, las dos lesiones que presentaba son incompatibles con una deambulación posterior. A su vez, el médico de policía que examinó a Pachao luego de su detención había determinado que se encontraba saludable. Por lo tanto, para Pachao son los policías de la Séptima quienes le dieron la brutal paliza a su hijo y lo dejaron abandonado hasta que fue muy tarde, por lo tanto deberían estar imputados por homicidio.