Cámara Penal Nº 3
Condenan a diez años de prisión al abuelo abusador
El hombre de 72 abusó sexualmente de su nietita, de tan sólo 5 años.
En horas del mediodía de ayer fue condenado a cumplir diez años de prisión efectiva por el delito de abuso sexual gravemente ultrajante, el abuelo de 72 años que abusaba sexualmente de su propia nieta de apenas cinco años en la casa que compartían.
La dura condena fue impuesta en contra del pederasta por el tribunal colegiado de la Cámara Penal Nº3, donde también tomó parte como juez subrogante Rodrigo Morabito.
Durante la mañana tuvieron lugar los alegatos de las partes con la exposición del fiscal Ruben Carrizo, que en representación del Ministerio Público solicitó para el pedófilo una condena de trece años de prisión.
A su vez, el abogado defensor del septuagenario, de apellido Sosa, bregó por la absolución del imputado por los aberrantes hechos que protagonizó.
Uno de los agravantes tenidos en cuenta por el tribunal de la Cámara fue el vínculo que el agresor sexual mantenía con la víctima, además de la convivencia.
Es de importancia recordar que los abusos tuvieron lugar en la misma casa donde el hombre convivía con la menor, su madre y otra de sus hermanas, según lo que trascendió en la etapa de instrucción del caso y a través de una Cámara Gessel que se dispuso para que la pequeña víctima pudiera prestar su testimonio de una manera resguardada, por la vulnerabilidad propia de su edad y las deleznables prácticas a las que el abuelo la sometió.
Inconcebible
A lo largo del debate realizado en el recinto a puertas cerradas, por tratarse de un delito de instancia privada, se comprobó que el anciano aprovechaba los momentos de soledad en su vivienda para llevar a la pequeña a su habitación con él, y una vez allí, tocaba a la niña en sus partes íntimas. Los tocamientos, de todas formas, no eran superficiales, puesto que el hombre le introducía sus dedos a la menor, lo que le causaba enrojecimiento en la zona.
El hecho fue expuesto ante la Justicia por la mamá de la nena, quien descubrió lo que estaba pasando bajo su techo cuando, justamente, notó irritación en la zona anal y vaginal de su hija, lo que le hizo indagar más sobre ello y llegar a la terrible conclusión de que su propio padre era quien le producía estas vejaciones.
Es así que las averiguaciones de la mamá generaron una denuncia de la que el hombre se defendía, esgrimiendo el argumento de que todas las acusaciones eran fruto de una venganza de la su hija, con quien desde hacía tiempo tenía diversos conflictos.
Finalmente ayer, en horas del mediodía, se dio a conocer el veredicto del jurado, luego de un debate por el que desfilaron tres testigos: la mamá, la cuñada de ésta y una abuela de la menor, que ratificaron lo que trascendió en la evolución del proceso de investigación sobre lo sucedido entre el 25 de diciembre de 2011 y el 26 de enero el corriente año en una casa de la capital.