Alcira Sur

Violento asalto en zona sur

Golpearon a la familia, se llevaron dinero y celulares, y al huir realizaron disparos.
miércoles, 19 de diciembre de 2012 00:00
miércoles, 19 de diciembre de 2012 00:00

La familia Arévalo, del barrio Alcira Sur, fue violentamente asaltada durante la madrugada por tres encapuchados que irrumpieron en su domicilio.
El hecho ocurrió entre las 0.30 y la 1 de la madrugada, cuando los tres moradores de la casa 118 del mencionado barrio se habían ido a dormir.
Enrique Arévalo (53) dialogó con El Esquiú.com y relató la salvaje manera en la que fueron abordados por los delincuentes. “Yo había estado afuera sentado hasta diez minutos antes. Me acosté a dormir, pero me desperté por la explosión de la puerta”, indicó.
A bordo de una motocicleta, presuntamente una Yamaha YBR gris, llegaron al domicilio los asaltantes, quienes cubrían sus rasgos con una capucha y portaban armas de fuego. Los mismos violentaron la cerradura e ingresaron. Rápidamente fueron hacia las habitaciones, donde redujeron a Arévalo, a su esposa Romelia Vega (60), y a su hijo Daniel (30), quien se encontraba en otro cuarto.
“Nos golpearon con las armas y nos reclamaban plata. Se llevaron un poco más de cinco mil pesos, que era dinero que mi hijo tenía guardado en el cajón de un mueble y cinco celulares, uno de ellos era muy caro”, señaló el damnificado mientras mostraba las lesiones infligidas por los asaltantes.
El traumático episodio se extendió por espacio de unos diez minutos. Luego de apoderarse de los elementos ajenos, los desconocidos emprendieron la fuga, pero antes, uno de ellos vio la moto de Daniel Arévalo, que se encontraba dentro del domicilio.

Disparos

Cuando se llevaban la moto, el joven salió de su cuarto y se aferró al rodado para evitar perderlo.
Fue entonces que uno de los ladrones realizó un disparo hacia Daniel, que por fortuna salió desviado y agujereó el plástico de la chapa patente de la moto.
Habiendo desistido de llevarse el vehículo, los tres encapuchados subieron a la Yamaha YBR, en la que llegaron y huyeron.

"Era tranquilo"

Enrique Arévalo, dueño de casa, indicó que es la primera vez que padece la inseguridad en carne propia: “El barrio solía ser tranquilo, al menos nunca pasó nada grave”.

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