La pequeña localidad de Miraflores volvió a concentrar todas las miradas de las fuerzas de seguridad y de los medios de comunicación tras reportarse un violento asalto perpetrado en un domicilio propiedad de la familia Martínez, ubicado en el barrio 33 Viviendas.
El hecho se produjo el pasado jueves por la noche y de fuentes judiciales se pudo corroborar que hubo más de tres participantes que ingresaron armados al domicilio para golpear al padre de familia, de 52 años. El hombre, de acuerdo con la información recabada, fue amordazado por los asaltantes, quienes de manera recurrente lo interrogaban sobre el paradero de su hijo, quien actualmente se desempeña como empleado policial.
Este detalle no menor dejó abierta de manera latente la hipótesis investigativa posterior al hecho sobre un eventual ajuste de cuentas que no pudo concretarse, ya que la persona que buscaban los asaltantes no se encontraba de hecho en el lugar y el padre del muchacho se resistió hasta último momento a soltar prenda sobre el paradero del joven policía.
Tras estos golpes y sospechosos interrogatorios, los ladrones tomaron algunos elementos de escaso valor -evidentemente en relación con las dimensiones de violencia del atraco- para darse a la fuga en un automóvil que hasta el momento no pudo ser identificado de manera certera.

Fuga posterior

Horas más tarde, un vehículo sospechoso fue interceptado por efectivos policiales de la comisaría de Miraflores, a escasas cuadras de la casa donde se produjo el violento asalto.
El conductor, tomando una decisión profundamente sospechosa que terminó por vincularlo de manera virtual al asalto, bajó del automóvil que estaba manejando y se dio a la fuga atravesando toda la forestación y perdiéndose en los campos de la zona.
Los efectivos policiales intentaron perseguir al sospechoso; sin embargo, no pudieron concretar su cometido por una sencilla falta de materiales idóneos para abrirse paso en la oscuridad de la noche: no tenían linternas.
A pesar de los esfuerzos de los efectivos, a los pocos metros recorridos en la espesura del campo debieron retroceder y abandonar la búsqueda del prófugo. Si bien hasta el momento el sujeto en cuestión es buscado intensamente, todavía no se ha podido dar con su paradero; el auto quedó secuestrado.

Policía

El hijo del dueño del domicilio atracado es policía, según confirmaron fuentes policiales. Los ladrones interrogaron al padre del joven para conocer su paradero.

Sin materiales

Un automóvil era conducido por un sospechoso que se dio a la fuga a campo traviesa para dejar sin pistas a los efectivos policiales que intentaban demorarlo.
Los policías intentaron perseguirlo pero no pudieron lograr su cometido porque carecían de los elementos básicos para hacerlo: no tenía linternas ni reflectores.