Prisión perpetua es la condena que solicitó el fiscal Gustavo Bergesio para Julio César “Negro” Oliva, Gabriel Iván “Ivi” Roldán y Adrián “Masita” Nieva, imputados los dos primeros por el delito de homicidio en calidad de coautores y el tercero como partícipe necesario en el hecho ocurrido el 29 de noviembre del año pasado.
La dura pena, que es la máxima prevista por el Código Penal, fue solicitada por el representante del Ministerio Público considerando que el delito se cometió con críminis causa y que la figura del homicidio perpetrado por los imputados es agravada porque se trató de un crimen premeditado.
Bergesio fundamentó el pedido, además de lo que quedó expuesto en el debate, en los últimos testimonios introducidos en el debate de la jornada de ayer, cuando finalmente se dio lectura a la declaración de Roxana Díaz, una joven de 29 años que en jornadas previas al juicio se presentó para dar a conocer su decisión de abstenerse de declarar, aduciendo que temía por su vida y que había sido amenazada para no hacerlo.
La joven manifestó en la etapa de instrucción previa al debate, que había sido una de las invitadas a la comunión a la que asistieron los sospechados y en esa oportunidad los escuchó dialogando entre sí sobre “el viejo Murúa” y comentando que habían llevado a cabo un robo y que “se les había ido la mano”, disparándole en la cara. “El viejo los bardeó y por eso le dispararon”.
Díaz declaró que fue testigo de que los imputados y dos personas más habían sido los autores de esos dichos.
El otro testimonio que se leyó fue uno vertido por Adrián Nieva, uno de los imputados, quien dijo haber sido coaccionado por la policía para prestar una declaración que coincide plenamente con la hecha por Díaz.

Más alegatos

A su turno, los representantes de los imputados coincidieron en pedir la absolución de cada uno de ellos por falta de elementos probatorios que indiquen la autoría de los hechos; y especialmente el abogado Luis Armando Gandini, defensor de Nieva, puso en duda la veracidad de los dichos de Roxana Díaz, asegurando que la mujer evidentemente es una mentirosa y es llamativo que se sienta indefensa a la hora de presentarse a declarar, puesto que en su barrio es conocida como “la Karateca” y se ha visto involucrada en numerosos hechos delictivos de público conocimiento. Otro motivo por el que pidió que se absuelva a su defendido es porque no sabe manejar y en la acusación que se le hace, se lo sindica, precisamente, como el conductor de una de las motos que estuvieron en el lugar del asesinato.
Asimismo, la abogada Susana Guzmán esgrimió que si bien se acreditó un hecho de lesiones leves en contra de su defendido, no hay pruevas que comprometan a Roldán.
En el día de la fecha tendrán lugar las palabras finales de los imputados y se prevé que se dicte el fallo de la Cámara Penal Nº2 en relación con la trágica muerte del reconocido feriante.

“Son inocentes”

La mujer de Julio Oliva, Yolanda Gordillo, acompañada por familiares y amigos del joven y de los otros imputados, manifestó su disconformidad por la manera en la que se está llevando a cabo el proceso judicial en el que están involucrados sus parientes, indicando que “ellos son inocentes y que todo esto fue armado por la policía”.
Gordillo se quejó porque no les permitieron en la jornada de ayer asistir al debate como público, siendo que nunca provocaron desorden cuando ingresaron a la sala. “Hace tres semanas que se hace el juicio, nosotros venimos cada día y hay veces que no nos dejan entrar y hasta el policía de la entrada sabe que somos tranquilos”, sostuvo, agregando que “los van a condenar sí o sí, por eso no quieren que estemos ahí”.
La mujer asegura que no hay pruebas en contra de los acusados, quienes tienen toda una vida por delante. “No podemos permitir que los condenen así, sólo porque necesitan un culpable”, dijo.