Roldán, Oliva y Nieva deberán purgar penas de 21, 19 y 13 años respectivamente

Crimen de Murúa: tres condenas sin perpetuas para los criminales

jueves, 6 de diciembre de 2012 00:00
jueves, 6 de diciembre de 2012 00:00

Pasado un año y semanas desde el hecho que originó la causa, ayer al mediodía llegó a su final el juicio contra los tres sospechosos -ahora declarados culpables- de haber asesinado al mayorista verdulero Francisco “Pancho” Murúa en noviembre de 2011.
El tribunal colegiado de la Cámara Penal Nº2 dictó ayer su sentencia tras un extenso proceso que incluyó problemas con testigos que debieron ser protegidos -declarando en ausencia de los imputados y con la presencia de sus defensores- ya que habían asegurado ante los jueces al momento de ofrecer su testimonio que habían sido amenazados de muerte por allegados de los tres imputados.
El veredicto, leído tras horas de deliberación, dejó en claro varias circunstancias que por lo menos durante el proceso habían quedado difusas. La calificación que el fiscal de Cámara, Gustavo Bergesio -coadyuvado durante el proceso por el fiscal de Instrucción Marcelo Sago-, había propuesto como base para interpretar el caso involucraba la figura penal del homicidio críminis causae (un asesinato que se comete para lograr la impunidad de un hecho delictivo previo), el cual estipula según el Código Penal Argentino una pena de reclusión perpetua para quienes incurran en este delito.
Los jueces Bustamante, Álvarez Morales y Guillamondegui entendieron sin embargo que el caso se encuadraba mejor en la figura de un homicidio en ocasión de robo (se interpretaría que la intención de permanecer impunes no existió), que acarrea penas menos severas para los acusados.
Julio César “Negrito” Oliva fue condenado a purgar una pena de 19 años, Iván “Ivi” Roldán deberá cumplir 21 años de prisión; ambos fueron considerados por los jueces como coautores del asesinato del mayorista Murúa.
Elio “Masita” Nieva, según la interpretación de los magistrados, fue el partícipe necesario del delito, ya que condujo el vehículo con el que los otros dos criminales se dieron a la fuga.
Por otro lado, es preciso tener en cuenta que en el caso de los acusados Roldán y Oliva pesaba una segunda imputación -el primero en la línea temporal de los hechos, ya que se perpetró un día antes del asesinato de Murúa-.
Se trata de la imputación por lesiones que le causaron a Orlando González, quien prestó testimonio durante el proceso, un día antes del hecho nominado segundo en la causa y por el cual el juicio tomó mayor relevancia.
Según la interpretación de los jueces, este primer hecho operó en concurso real con respecto al segundo -el crimen de Murúa- y también sumó peso a la condena final que se les impuso a los dos acusados.

Dos hechos

Más allá de la trascendencia del juicio por el crimen del mayorista, otro hecho por lesiones perpetrado un día antes del asesinato sumó peso en la condena para los imputados Oliva y Roldán.

Amenazas

Una de las testigos claves en la causa por la muerte del mayorista Murúa había asegurado ante los jueces de la Cámara Penal Nº2 que había sido víctima de amenazas por parte de los allegados a los imputados para que no declarara lo que sabía sobre el hecho. El testimonio de la mujer habría implicado de lleno a los acusados.

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