Asalto al Correo: cobra fuerza la hipótesis de un entregador

Los ladrones ya habrían dejado la provincia; se manejan algunos bocetos de identificación.
sábado, 8 de diciembre de 2012 00:00
sábado, 8 de diciembre de 2012 00:00

El millonario atraco perpetrado por cuatro delincuentes en el Correo Argentino, ubicado sobre calle San Martín, dejó como saldo varias aristas de investigación para tratar en el ámbito de la Justicia Federal. Es que el modo de operar de los ladrones, tal como explicaron fuentes especializadas y publicadas en la edición de ayer de El Esquiú.com, denota un alto grado de preparación para pergeñar y perpetrar el atraco.
Sin embargo, otro de los puntos investigativos a seguir pasa por la participación no sólo de autores intelectuales del asalto sino de fuentes de información de las que los ladrones se habrían valido para poder llevar a cabo el atraco con un nivel de precisión sospechoso.

El entregador

Para las fuentes judiciales consultadas por El Esquiú.com, fue necesaria la participación de un “entregador” que ofreciera datos certeros sobre los movimientos de las guardias internas en las instalaciones del Correo. Según la información que se pudo conocer de fuentes policiales, los efectivos de la Policía Federal terminan sus guardias a las 20, para luego dar lugar a la guardia que realiza la seguridad privada -sin armas de fuego, cabe destacar- contratada por el correo.
El atraco, muy convenientemente, se realizó casi una hora y media después de la salida de la última guardia de la Policía Federal. En el lugar, tal como se publicó el día después del atraco, solamente había un guardia de la seguridad contratada para custodiar el Correo durante la noche.
Sin embargo, las sospechas en cuanto a este punto investigativo en particular pueden tener varias respuestas, basadas en las primeras informaciones que se manejan, aunque todavía no se ha oficializado desde la Justicia Federal ninguna de estas líneas de investigación.
De manera evidente, las primeras sospechas podrían recaer sobre los mismos empleados del Correo; no obstante y aunque no sería descartada de forma definitiva, ésta no sería la principal hipótesis para barajar y tomar acciones.
Por otro lado, también resta conocer de qué manera supieron los delincuentes que el camión de caudales que traía la elevada suma de dinero traería la carga en estos días -cabe recordar que todo el dinero, tal como adelantó El Esquiú.com, estaba destinado a pagar planes sociales nacionales en el interior de la provincia-.
Tanto en el asalto al Correo como en el atraco a las oficinas de OSEP sobre calle Junín, los delincuentes habrían tenido un conocimiento detallado milimétricamente sobre los movimientos de llegada, cantidades y partida de los camiones de caudales.
En el caso del Correo, los delincuentes acertaron; en OSEP se estima que fallaron por más de cuarenta y cinco minutos. Evidentemente, las sospechas sobre el punto de los camiones de caudales llevaría a examinar a los responsables de las empresas transportadoras; no obstante, esto no se ha confirmado todavía desde la Justicia Federal.
Por último, y como sospecha levantada por la “continuidad” de los dos asaltos, fuentes extraoficiales explican que a pesar de la divergencia entre los dos asaltos no sería desatinado pensar que los dos golpes estuvieran relacionados de alguna manera.

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