Se tragó una “gillette” al lado de una comisaría

Los efectivos de la Décima intentaron ayudarlo, pero el joven de 19 años lo hizo al ser puesto en libertad.
jueves, 10 de enero de 2013 00:00
jueves, 10 de enero de 2013 00:00

Una dramática y sangrienta escena es la que se vieron obligados a presenciar vecinos que habitan en jurisdicción de la Comisaría Décima, ya que al lado mismo de la dependencia policial, un joven, luego de varias amenazas, se tragó una gillette.
El muchacho, de tan sólo 19 años, mantuvo ocupados a varios efectivos de la mencionada sede durante varios minutos en horas de la tarde del lunes, cuando, por motivos que no se dieron a conocer por parte de las autoridades, comenzó a autoflagelarse en público, cortándose los brazos con el mencionado elemento.
El joven llevaba adelante esta peligrosa actividad a la vista de cada uno los vecinos que transitaban por el lugar y que, ante tal espectáculo, no dudaron en dar aviso a las autoridades, puesto que la conducta que ponía en práctica, era un peligro para su propia integridad física, sin mencionar el trastorno que significaba este violento acto para la sensibilidad de los transeúntes, que se convertían en involuntarios testigos de la perturbadora escena.

Inexplicable

Los efectivos de la Comisaría Décima, al encontrarse con la inesperada situación, decidieron detener al muchacho, de quien por la índole delicada de la información, no se dieron a conocer los datos filiatorios.
Una vez trasladado a las dependencias policiales, el joven permaneció allí por algunos minutos, pero al no haber, de hecho, motivo por el cual retenerlo, puesto que las leyes no prevén una pena que incluya la privación de la libertad en el caso de personas que se autolesionan, el joven fue dejado en libertad.
Pero pasados unos minutos de que los uniformados resolvieran esta medida, y cuando ya pensaban que la situación se encontraba bajo control, una vez más tuvieron que salir a socorrerlo.
Fuentes policiales y judiciales indicaron posteriormente que el joven en cuestión, apenas fue dejado en libertad y hallándose justamente al lado de la Comisaría, fuera de control, decidió cometer un acto más en contra de su integridad física y tragarse la gillette que estaba manipulando.
Este nuevo accionar causó que, una vez más, los efectivos policiales se vieran obligados a asistirlo, pero en esta ocasión, para trasladarlo de manera urgente al Hospital San Juan Bautista, donde desde ese momento, se encuentra en observación por las heridas que se autoinfligió deliberadamente.
 

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