Policías intentaron aprehender a tres ladrones y fueron asediados

Tras un operativo de detención, fueron encerrados vecinos del barrio Altos de Choya
viernes, 11 de enero de 2013 00:00
viernes, 11 de enero de 2013 00:00

Una descomunal batahola se desató ayer en horas del mediodía en el barrio Altos de Choya, cuando efectivos policiales intentaron detener a tres presuntos ladrones en un domicilio, siendo violentamente asediados por vecinos y transeúntes tras efectuar la aprehensión. Si bien solamente se registraron daños materiales por el hecho, se vivió un clima de gran tensión cuando los efectivos fueron atacados.
Todo empezó con un llamado telefónico a la Policía advirtiendo sobre el robo de una motocicleta perpetrado por tres ladrones identificados por los apellidos Morales y Roble; uno de ellos es conocido más conocido como el “Pecoso”.
Según la primera información que trascendió en los momentos posteriores al inicio de las hostilidades, los ladrones habían robado una motocicleta para luego refugiarse en un domicilio propiedad de Raúl Roble, pariente de uno de los muchachos en cuestión. Al conocer esta situación, los policías se hicieron presentes en el lugar e intentaron negociar la entrega de los presuntos delincuentes sin tener que recurrir a la fuerza.
Sin embargo, las negociaciones no llegaron a buen puerto y los efectivos decidieron irrumpir en el domicilio reventando la puerta frontal de la casa. Una vez adentro, buscaron y encontraron a los presuntos ladrones y los detuvieron en medio de las quejas e intentonas de la familia moradora para que no los llevaran.
Según explicaron los moradores, la detención de los jóvenes fue particularmente violenta ya que habrían golpeado bastante a los presuntos delincuentes para poder llevar a cabo el arresto.
Luego de lograr detener a los tres muchachos y a una menor de 14 años que habría participado activamente de una encendida defensa para evitar que los jóvenes fueran aprehendidos, los efectivos alojaron a los detenidos en un móvil policial.
Esta situación dio paso a que todos los vecinos y familiares de los jóvenes atacaran a los policías lanzando piedras desde todos los puntos posibles. Los efectivos de hecho quedaron atascados en el medio de una gran multitud que los asediaba desde los cuatro puntos cardinales. Abrieron fuego, remontaron e intentaron defenderse a toda costa pero la lluvia de proyectiles de los vecinos fue simplemente superior. El lapso de tiempo entre esta situación y la llega de refuerzos de Infantería fue virtualmente eterno.
Una vez salvada la situación por los efectivos de refuerzo, todos los policías se retiraron del lugar para evitar más trifulcas y esperando a que los ánimos se calmaran solos.

Comentarios

Otras Noticias