Acusan a efectivos de tratar de encubrir una detención irregular

Dos muchachos detenidos aseguran que les dispararon con munición de plomo
miércoles, 16 de enero de 2013 00:00
miércoles, 16 de enero de 2013 00:00

Dos muchachos aseguraron en diálogo con El Esquiú.com que dos policías los redujeron días atrás en inmediaciones del arroyo Fariñango y le dispararon con cartuchos con balas de plomo -en vez de las de goma- luego de haberlos perseguido más de 2 kilómetros sin darles la voz de alto ni otros indicios de intento de identificarlos.
Según el relato de Jesús Canchi y Sebastián Ríos, de 31 y 22 años respectivamente, ellos volvían de una reunión entre amigos conduciendo una motocicleta por avenida Presidente Castillo -admiten haber tomado y haber sobrepasado el límite estipulado para conducir- cuando dos efectivos motorizados empezaron a seguirlos sin hacerles saber que intentaban identificarlos, hasta que finalmente se detuvieron sobre el puente del río Fariñango.
Allí, según contaron los muchachos, uno de los policías les descargó un disparo de escopeta que tenía cargados cartuchos con munición de plomo, hiriendo a Canchi en una de sus piernas. Los efectivos argumentaron que los muchachos habrían incurrido en el delito de resistencia y atentado contra la autoridad, ya que -teniendo en cuenta la versión oficial con respecto a la situación- uno de ellos habría esgrimido un arma blanca para herir a uno de los agentes, logrando romper parte del chaleco protector.
Una vez detenidos, los muchachos fueron alojados en una dependencia policial durante 24 horas -maniobra común en el caso de las personas que cometen faltas menores- para luego ser liberados por los mismos efectivos, y según los detenidos, sin ninguna clase de procedimiento jurídico de por medio, bajo una suerte de amenaza.
Es que según Canchi y Ríos, los policías los “instaron” a que no realizaran ninguna clase de denuncia explicándoles que mientras no lo hicieran “todos seguirían siendo amigos” y no habría ninguna clase de problemas a futuro. “Acá nos cubrimos todos con todos”, habría dicho un efectivo según lo comentado por Canchi y Ríos. Los dos muchachos, ahora imputados por el delito de resistencia a la autoridad, entienden que los efectivos pergeñaron esa maniobra para intentar ocultar la detención en la que hirieron a Canchi con disparos de munición de plomo.
“Cuando estábamos en la celda escuchamos que discutían entre los policías y uno de ellos le decía a otro ‘¿cómo le vas a disparar en la pierna?, si querés amedrentar para reducirlo tenés que disparar al aire o al suelo pero no a él’”, explicó.
Este último, oriundo de Hualfín, donde trabaja como empleado municipal y jornalero, ayer recibió los estudios radiográficos realizados en un sanatorio céntrico, donde se pueden apreciar tres perdigones alojados en el interior de su pierna; este diagnóstico requeriría, según la palabra del especialista que lo atendió, una intervención quirúrgica de complejidad para retirar la munición alojada.
Además, tanto Ríos como Canchi -quienes compartieron la celda durante la presunta detención irregular- aseguraron que ahora se ven perjudicados por una imputación penal que no se corresponde con la realidad y que, según su perspectiva, responde a un encubrimiento. “Nos armaron una causa para encubrir un error grave que cometieron al dispararme con balas de verdad”, aseveró Jesús Canchi.

Armada

Según los dos muchachos detenidos y ahora imputados por resistencia a la autoridad, los efectivos les armaron una causa para encubrir el grave error de haberle detonado un disparo con munición real a uno de los dos muchachos.

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