Veintiocho personas perdieron la vida trágicamente en distintas circunstancias en el transcurso de enero, convirtiendo al primer mes de 2013 en un periodo altamente siniestro para los catamarqueños.
Doce personas fallecieron en hechos de tránsito a lo largo del mes y el resto de los decesos se dieron a causa de accidentes incomprensibles para los familiares de las víctimas, menores y mayores de edad que, en algunos de los casos, decidieron terminar con sus vidas.
En el segundo día de enero, los diarios catamarqueños tuvieron que dar a conocer una muerte tan insólita como trágica: la de Valeria Barrios, una joven de 19 años que en la tranquilidad de su hogar decidió tomar un baño en su pileta “Pelopincho” y luego de sufrir una severa descompensación, lo que le causó una profusa ingesta de agua, murió en las instalaciones del Hospital de Niños Eva Perón, el nosocomio más cercano a su domicilio.
El primer día de enero también fue el último que vio Adrián Ortiz, un hombre de 51 años que decidió quitarse la vida en Bañado de Ovanta, Santa Rosa.
Otro trágico desenlace es el que padeció Daniel Mamaní, un joven santamariano que desde diciembre luchaba por su vida en el Hospital San Juan Bautista, luego de haber sufrido una golpiza a la salida de un boliche. El 2 de enero falleció en ese nosocomio, muerte que generó gran malestar y pesar en su pueblo, que realizó diversas manifestaciones para solicitar que se haga justicia en su caso.
El 5 de enero, a su vez, un hombre cayó a un canal de riego en Belén y falleció por ahogamiento. Posteriormente las autoridades lo identificaron como Luis Antonio Villacorta, de 68 años.
El 9 de enero también se convirtió en una trágica jornada, cuando en el barrio San Ramón, en el sur de la ciudad, ultimaron a fierrazos a “Javito” Álvarez, de 32 años, muerte que genera hasta el día de la fecha gran congoja entre sus vecinos y familiares, que siguen manifestándose para solicitar justicia.
Otra triste y trágica historia es la que el 10 de enero difundieron los medios: una pareja de adolescentes de Belén se quitó la vida conjuntamente en un pacto suicida. Tenían 18 y 16 años.
Ese mismo día, Jonathan Vildoza de 9 años falleció en Villa Dolores tras ahogarse con una miga de pan, causando numerosas quejas en la sociedad por su injustificable y doloroso deceso.
Otro suicidio, que estuvo acompañado por lo que casi se convierte un crimen pasional, es el protagonizó Juan de Dios Corzo, quien disparó a la actual pareja de su exnovia, un odontólogo de apellido Espeche, para luego quitarse la vida de un disparo, sumido en la desesperación.
El 12 de enero, una niña de 9 años falleció ahogada en Villa Vil, departamento Belén, luego de accidentalmente caer al cauce de un canal.
A su vez, Gastón Páez, de 24 años, quien salió a refrescarse junto a sus familiares en el río Agua Colorada, en Fray Mamerto Esquiú, perdió la vida luego de sufrir un calambre que lo paralizó. Su cuerpo debió ser rescatado por Bomberos y el Grupo GER luego de una ardua tarea.
Otra muerte trágica es la que tuvo la pequeña Daiana Rueda, de tan sólo 4 años, quien cuando jugaba en su casa, intentó sacar un juguete del auto familiar, metió la cabeza por la ventanilla y falleció ahorcada, sin que nada pudieran hacer los profesionales médicos que la asistieron minutos después de acontecido el hecho.
Otro deceso que se enmarca en la categoría de muertes por accidentes viales, pero que ocurrió en circunstancias sumamente particulares, es el que protagonizó Arminda Medina, quien en Guayamba huyó de una víbora para ser luego atropellada por un vehículo que justo pasaba por la ruta.
Este hecho se registró el 25 de enero, al igual que el fallecimiento de Alejandra Nieva, de 43 años, quien decidió quitarse la vida. Por su parte, el joven oriundo de San Juan, José Luis Parta de 27 años, se ahorcó en Nueva Coneta el día 27.

Muertes viales

Doce personas fallecieron por estas causas. Mientras que en 2009 fueron cuatro personas las que encontraron la muerte por accidentes de tránsito en todo el transcurso de enero. En 2010, se registraron apenas dos fallecimientos en el mismo periodo de tiempo.
Las fatales cifras, sin embargo, se elevaron significativamente al año siguiente, cuando el número de víctimas fatales de enero por estos motivos ascendió a 9 muertos, cifra que se repitió en 2012.