Un joven de 24 años fue condenado, en la Cámara Penal Nº3, a 3 años de prisión en suspenso, luego de haber sido hallado culpable de cometer el delito de “lesiones graves agravadas por el vínculo”. La imputación que llevó a Jorge González al banquillo de los acusados fue golpear a su hija biológica de un año y medio hasta fracturarle una pierna y dislocarle el hombro, hecho por el cual el representante del ministerio Público, Ruben Carrizo, solicitó una condena de 6 años de prisión efectiva.
Los jueces, sin embargo, a la hora de elaborar la sentencia, tuvieron en cuenta la gravísima situación de pobreza y hacinamiento en que vive la familia en la que ocurrió el violento episodio, ya que el joven acusado es el único sostén del hogar y carece de recursos para mantenerse.
Es que en el transcurso del debate fueron trascendiendo datos que daban cuenta de la extrema pobreza del lugar en el que la familia vive, en calle 1º de mayo, detrás del Cementerio.
De acuerdo a lo que González explicó, la familia no tiene ningún ingreso económico fijo, pagan $700 mensuales por una piecita y no cuentan con el beneficio de la Asignación Universal por Hijo, porque ninguno de ellos sabe leer o escribir.
Los miembros de tribunal de la Cámara, al conocer el contexto en el que apenas sobrevive la familia, decidió que la condena sea cumplida por el joven, pero sin que deba ser alojado en el Servicio Penitenciario, aunque deberá hacer tareas comunitarias los domingos en el hospital de niños Eva Perón, como parte de su rehabilitación.

Maltrato

A todo esto, a lo largo del debate que se realizó para determinar la culpabilidad o inocencia del imputado, trascendió que la beba víctima de los golpes presentaba fracturas de vieja data, que no habían recibido la atención médica necesaria. El joven condenado, a su vez, tiene antecedentes por denuncias de violencia de género.

Pobreza extrema

La pequeña habitación en la que vive el condenado con su mujer y 3 hijos consta de una heladera y una cama de una plaza como únicos muebles y la situación de pobreza en la que subsisten es extrema. El juez, Marcelo Soria, puso en conocimiento de la situación al área de Acción Social, para que la familia reciba algún tipo de ayuda.