Hugo Reynoso (28), quien encontró a la menor que estaba cautiva en el domicilio que prestaba a un amigo, se abstuvo ayer de declarar por las imputaciones de amenazas y tres hechos de daños.
Durante la jornada de ayer fue trasladado hacia la Fiscalía, donde iba a prestar declaración indagatoria, aunque finalmente se abstuvo.
El hombre está acusado de haber golpeado al padre de la menor que desapareció días atrás en el barrio Los Médanos, la cual fue encontrada en el domicilio colindante. El hecho se desencadenó luego de que en forma de represalia por lo acontecido, un grupo de personas iniciara un incendio en la casa de Reynoso y vandalizaran el lugar, pese a saber que quien vivía allí era otra persona ajena a los dueños de la casa.
En diálogo con El Esquiú.com, Blanca Lavelli, la esposa de Rey-noso, declaró que la situación le parecía totalmente injusta. “Nosotros fuimos los que la encontramos y le avisamos a los padres. Nos hicieron daño, nos hicieron justicia por mano propia como dicen, a quien tenían que hacerle eso era al abusador o secuestrador de su hija, nosotros no tenemos nada que ver”, afirmó.
Luego de desmentir que la nena de 12 años hubiera estado atada, aclaró que fue su marido quien la encontró cuando entró al lugar que prestaban a un amigo. “Nosotros no vivimos en la casa, cuando llegamos hablamos con la madre de la menor y entre otras cosas me comentó que su hija se le había perdido. Le pregunté si era la primera vez y me dijo que en otras ocasiones ya se había ido. Una tía nos comentó que la madre sabía que la menor tenía relaciones con él”, explicó.
Sobre otra información que trascendió, Lavelli se explayó diciendo que “tenía una gotita de sangre en el brazo derecho, pero no se veía que tuviera una marca para adentro. Después le encontraron una jeringa en el bolsillo. Estaba adormecida, todo el tiempo estuvo dormida, cuando le echamos agua no reaccionó”.
Finalmente, la mujer agregó: “Yo entiendo a la familia de la menor porque soy madre, pero realmente no se puede explicar el daño que nos hicieron, la familia sabía que nosotros no vivíamos ahí. Nos robaron las cosas y nos incendiaron la casa. Nunca hubo amenazas, sólo le dije ‘así como yo perdí todo porque me quemaron la casa, algún día vas a perder todo’”, expresó la mujer.