Dos hermanos que cumplen condena en el Servicio Penitenciario cordobés lograron recaudar cerca de 150 mil pesos realizando estafas por vía telefónica a personas de diferentes provincias, entre ellas, a varios catamarqueños.
Mediante una ingeniosa modalidad, los reclusos se valían de teléfonos celulares para enviar cientos de mensajes de texto a las incautas víctimas y luego llamarlas, a los fines de comunicarles que habían sido los afortunados ganadores de una importante empresa. El premio era un automóvil de alta gama valuado en 120 mil pesos, pero les exigían a las víctimas el pago de gastos de patentamiento para entregárselos, los cuales cobraba una hermana de los estafadores que se encuentra en libertad a través de una empresa de giros internacional.
Para darle credibilidad, los reos mencionaban a un reconocido abogado local (en realidad un juez de Ejecución) como aval. Esta fue la punta de hilo del ovillo por el que fueron descubiertos, ya que cansado de recibir mensajes de reclamos de números con características de distintas provincias, entre ellas Catamarca, el juez realizó una denuncia.
En dos meses, la División de Delitos Económicos de Córdoba lograron descifrar el origen de las llamadas y se imputó a los hermanos por estafas reiteradas, delito que se sumará a sus condenas por robo calificado, tentativa de homicidio y tenencia de armas.
En allanamientos en las celdas y en sus domicilios, se encontraron chips, tarjetas telefónicas y anotaciones con nombres de los estafados.