El comisario Hugo Ernesto Lompizano, uno de los siete policías acusados en la causa por el crimen de Mariano Ferreyra, se entregó hoy ante la Policía Federal luego de que agentes de Gendarmería no pudieran encontrarlo en los domicilios que había notificado. Ayer, los alegatos en el juicio por el asesinato del militante del Partido Obrero debieron ser postergados hasta el martes por la ausencia del imputado.

El policía quedará detenido hasta el martes en una cárcel local a la espera de que se reanude la audiencia judicial en los tribunales de Comodory Py, en Retiro.

Según informó la agencia DyN, citando fuentes cercanas a la causa, Lompizano se presentó este mediodía junto a su defensora en el departamento central de Policía Federal. Llegó en automóvil desde la ciudad neuquina de San Martín de los Andes.

La ausencia de Lompizano ayer en los tribunales obligó al Tribunal Oral Criminal 21 de Capital Federal -integrado por los jueces Horacio Días, Diego Barroetaveña y Carlos Bossi- a suspender la audiencia en la que estaban previsto los alegatos y pasó el trámite para el martes.

Los jueces libraron de inmediato una orden de captura en su contra "para que comparezca en calidad de detenido", ya que hasta ahora gozaba de libertad.

Su defensa explicó que Lompizano estaba de vacaciones en San Martín de los Andes y "no consiguió pasaje" para regresar a tiempo, por lo que fue buscado por Gendarmería en esa localidad.

Sin embargo, el comisario había emprendido por ruta su viaje de regreso y se entregó hoy en el departamento policial del barrio de Congreso.

"Se entregó Lompizano. Se presentó en el departamento central de policía. Viajó en auto desde San Martín de los Andes. El martes alegamos", confirmó el hermano de Mariano Ferreyra, Pablo, a través de su cuenta de Twitter.

El juicio comenzó en agosto con 17 imputados en la causa. Entre ellos, el principal acusado es el ex jefe de la Unión Ferroviaria, José Pedraza, como posible instigador del crimen ocurrido el 20 de octubre de 2010.

Ese día, un grupo de personas que respondían a la cúpula de la Unión Ferroviaria, en complicidad con funcionarios de la Policía Federal, atacó con armas de fuego a empleados tercerizados de la ex línea Roca y a militantes políticos que respaldaban el reclamo de blanqueo laboral que exigían. Como consecuencia, Ferreyra murió y otras tres personas sufrieron graves heridas.

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