El viejo sistema de francos y descanso para policías subalternos constaba de tres turnos de ocho horas, a los cuales les seguían un total de 32 horas de franco. De esta manera, un policía entraba a trabajar un lunes a las 14, salía a las 22, descansaba hasta las 6, entraba nuevamente hasta las 14, descansaba hasta las 22 y entraba en el último turno nocturno hasta las 6 de la mañana, tras lo cual salía de franco. Aún así, quedaba la posibilidad de ser “recargado” con nuevo horario de trabajo durante los días de franco, lo cual dejaba a los numerarios en la práctica sin posibilidades de descansar correctamente.
El nueva sistema estipula la misma mecánica pero con 56 horas de franco, con la posibilidad de ser recargado, es decir, que ahora pueden gozar de un día y medio de descanso antes de volver a trabajar.