Cerca de las 17.15 de ayer un colectivero fue sorprendido por un asaltante, quien luego de subir al coche lo apuñaló para robarle la recaudación. El asaltante huyó junto a un cómplice en moto, pero un remisero que atestiguó la escena ayudó al colectivero a alcanzar a los ladrones y recuperar la plata.
Todo sucedió en la intersección de la avenida Choya y México, cuando un colectivero, Pablo Alberto Astudillo, que trabaja para la empresa El Nene en la Línea 106, circulaba en su ruta habitual y se detuvo para que subiera un supuesto pasajero.
Una vez arriba del coche, el hombre manifestó sus verdaderas intenciones: despojar al colectivero de todo el dinero que hubiera recaudado hasta ese momento.
Para lograr su objetivo, el ladrón apuntó con un arma blanca al chofer y le efectuó un corte superficial en el brazo, luego de lo cual y una vez que obtuvo el efectivo -suma que ascendía a $200- bajó del colectivo para subir a bordo de una Yamaha Cripton en la que lo esperaba un cómplice.
Toda la escena, sin embargo, fue presenciada por un remisero que pasaba casualmente por el lugar, quien al notar el violento acontecimiento que acababa de protagonizar el otro trabajador del volante decidió prestarle asistencia y luego de subir a su coiche al colectivero, comenzó a perseguir a la moto en fuga. Ambos emprendieron la persecusión de la motocicleta hasta alcanzarla, logrando voltear a los ladrones y cruzándose en su camino.
Ambos choferes lograron recuperaron el dinero sustraído y hubiesen aprehendido a los malhechores de no haber mediado la intervención de algunos jóvenes del barrio, que en defensa de los ladrones comenzaron a arrojarles piedras a los improvisados justicieros, lo que los puso en fuga.
Posteriormente, intervino en el hecho personal de la comisaría Séptima y hasta el cierre de la edición, no se había detenido a los violentos asaltantes.

Vecinos

Los choferes fueron apedreados por algunos habitantes de Altos de Choya, que impidieron que los ladrones fueran atrapados y entregados a las autoridades.
 

Encañonado

Por otra parte, en un hecho más que pone de manifiesto el exceso de violencia en las calles de la ciudad y en barrios periféricos, un joven de apellido Saavedra denunció que fue víctima de unos asaltantes que para quitarle el celular, lo encañonaron y lo amedrentaron a través de amenazas.
El episodio tuvo lugar justo detrás de las instalaciones que la empresa de transporte El Nene tiene en el norte de la ciudad, en el barrio 50 viviendas, en horas de la madrugada de ayer.
Saavedra circulaba por allí cuando dos sujetos lo encañonaron con armas de fuego y lo amenazaron fuertemente para llevarse, como único botín, el celular que tenía entre sus pertenencias.
Posteriormente, en la denuncia que efectuó ante la correspondiente Unidad Judicial, el joven detalló que se trataba de un teléfono celular Samsung, la única pertenencia de valor que portaba.

Comerciante chacarera

Asimismo, Marina Vázquez, domiciliada en San Isidro, departamento Valle Viejo, también denunció haber sido víctima del accionar de un delincuente que la despojó de $2000 que tenía en la caja registradora del local comercial que posee.
La mujer expresó en la Unidad Judicial Nº10 que en horas de la noche del lunes, mientras se encontraba en su domicilio particular, anexo a su negocio, escuchó ruidos, por lo que se asomó a ver qué sucedía.
Para su sorpresa, de entre las sombras salió un joven desconocido, quien al notar la presencia de la propietaria del lugar huyó corriendo sin darle tiempo a reaccionar. Al efectuar una revisión de los efectos personales que se hallaban en el local, la dueña se dio con el faltante de cerca de $2000.

Hincha sorprendido

Por otra parte, un hincha de Club Atlético Policial fue víctima de la violencia de simpatizantes de Villa Cubas. En horas de la noche del lunes, cuando pasaba frente al club de sus adversarios ataviado con una camiseta de Policial, un grupo de jóvenes del equipo contrincante lo sorprendieron.
Según la denuncia que posteriormente el muchacho, de apellido Vargas, radicó en la Sede Judicial, dos menores de 16 y 17 años se le acercaron y le dieron, casi sin mediar palabra, un puntazo en el brazo.
El corte le fue efectuado con un arma de fabricación casera o “punta tumbera”, como también se conoce a ese tipo de armas blancas.
A continuación, los dos adolescentes agresores le sacaron las zapatillas que traía puestas y trataron de huir, pero un automovilista que pasaba frente al club y fue testigo de la escena decidió ayudar al simpatizante de “El Matador” y corrió detrás de éstos, logrando aprehender a uno de ellos.
El menor quedó a disposición del Juzgado de Menores y el juez Rodrigo Morabito dispuso las medidas a seguir en el caso.