El allanamiento a tres locales que regenteaba en La Rioja una de las acusadas de secuestrar y someter a la prostitución a María de los Ángeles Verón ("Marita") determinó que uno de ellos estaba bajo alquiler, pero los investigadores no encontraron rastros sobre el paradero de la joven tucumana.

Así lo revelaron el comisario Vicente Garrot, jefe de la división Trata de Personas de La Rioja, y el abogado Carlos Garmendia, representante de la madre de "Marita", Susana Trimarco. Los allanamientos en los tres sitios que eran dirigidos por Irma Lidia Medina (alias "Liliana") como whiskerías-prostíbulos comenzaron anoche en La Rioja, en el marco de los requerimientos de la fiscal tucumana Adriana Reinoso Cuello, a cargo desde 2004 de la causa que investiga el paradero de Verón, que lleva 10 años desaparecida.

El comisario Garrot explicó que tras las inspecciones y excavaciones "no se encontró ningún elemento para la causa que se investiga".

En tanto, el abogado Garmendia detalló que los operativos se realizaron en las propiedades donde funcionaban las prostíbulos Candilejas, Candy y Desafío, que fueron mencionados en gran parte del juicio oral en Tucumán por jóvenes que ejercieron allí la prostitución bajo órdenes de Medina y que incluso aseguraron haber visto en el lugar a "Marita".

Dos de esos locales, según actas policiales citadas por el diario La Gaceta, seguían bajo alquiler y los inquilinos pagan mensualmente su renta a uno de los hijos de Medina también sobreseído en el juicio, José Fernando "Chenga" Gómez, y a su abogado, José Cáceres.

Garmendia, por su parte, manifestó que las excavaciones en el ex Candilejas no dieron resultado positivo y señaló que el local había sido reconvertido en un bar-pool llamado Sexto Sentido, donde viven dos familias.

En ese sitio, recordó que en medio del desarrollo del juicio oral, Medina y una de sus nueras fueron detenidas con "más de un kilo de marihuana", lo que obligó a suspender por unos días el proceso y abrir una segunda causa contra las mujeres por narcotráfico.

Además, señaló que "el Candy y el Desafío ya habían sido objeto de inspecciones, por lo que las camas de cemento no estaban más".

Si bien los locales allanados dejaron de funcionar como whiskerías, algunos vecinos de la zona dijeron a la prensa riojana que en torno a algunos de ellos se seguía ejerciendo la prostitución.

El juez penal de La Rioja Daniel Barría ordenó a la unidad policial de Trata de Personas que reitere los allanamientos en whiskerías de la zona, a pedido la justicia de Tucumán.

Tras el juicio en el que Medina, sus dos hijos y otras 10 personas fueron absueltos y liberados en un fallo polémico, la justicia tucumana pidió profundizar las investigaciones en las dos provincias respecto de las acusaciones de que los ex imputados integraban una red de trata de personas.

Fuente: La Gaceta