Pasará siete años en prisión por embarazar a menor discapacitada

El imputado confesó el hecho de plano. La víctima es la hija de su pareja.
jueves, 21 de febrero de 2013 00:00
jueves, 21 de febrero de 2013 00:00

Un hombre acusado de un aberrante abuso sexual fue finalmente condenado ayer por la mañana en la Cámara Penal Nº2 tras un proceso que se vio oportunamente acotado por la confesión de parte del imputado.
Juan de Dios -a pesar de haber trascendido el apellido del joven, el mismo no es dado a conocer públicamente ya que que implica de manera directa a la víctima- fue condenado a purgar una pena de siete años de prisión por el tribunal compuesto por los jueces Bustamante, Guillamondegui y el subrogante Porfirio Acuña, bajo los términos del artículo 119 del Código Penal.
Este apartado legal estipula una pena mínima de seis años y una pena máxima de quince años de prisión para casos de esta índole; bajo estas premisas, la Fiscalía de Cámara, a cargo de Gustavo Bergesio, pidió ocho años de prisión para el hombre, mientras que la defensa técnica del acusado, a cargo del abogado Juan Carlos Jiménez Pagés -en vista de la confesión de parte- decidió abogar por el mínimo de la pena.
En este sentido, cabe destacar que una vez finalizada y elevada a juicio la causa, el imputado pasó poco más de un año encarcelado a la espera del inicio del proceso penal, esto habría influido directamente en el veredicto.

El hecho

El aberrante suceso por el que se dictó condena data del año 2010, cuando Juan de Dios aprovechó una ausencia particular de la gente de la casa, donde vivía con los hijos de su pareja -durante el proceso admitió ser “padrastro” de la joven abusada- y bajo los efectos del alcohol, según su propia confesión, sometió a su víctima de 19 años.
Cabe destacar que la joven padece una discapacidad mental que provoca que su proceso madurativo fisiológico no se corresponda con su proceso madurativo psicológico, marcando un diagnóstico de retraso a los cinco años de edad.
Como consecuencia de esa violación que implicó un episodio de acceso carnal comprobado, la joven quedó embarazada y dio a luz meses más tarde. La genética del neonato y el imputado fueron cotejados por medios de pericias científicas y arrojaron una probabilidad de parentesco del 99,9 por ciento.
En aquel momento, los familiares de la joven abusada decidieron poner en conocimiento a las autoridades policiales y judiciales radicando la correspondiente denuncia para que tomaran cuanto antes el caso. Tras varias pesquisas y el recabado de evidencia de campo, Juan de Dios fue finalmente imputado y apresado para encarar el juicio.
Con respecto a las circunstancias del juicio en sí, cabe mencionar que durante el proceso el acusado debió ser asistido durante breves momentos tras haber confesado el hecho. En la sala de la Cámara Penal Nº2, solamente estuvieron presentes los magistrados, la defensa técnica, el fiscal de Cámara y un asesor de menores.
La familia de la víctima decidió no participar en ningún momento del juicio, a pesar de que varios de ellos habían sido citados para testificar y brindar su versión de los hechos, pero las citaciones quedaron nulas tras la confesión del imputado.

Confesión

El hombre aprovechó una ausencia de la madre de la víctima para perpetrar el abuso; según su confesión, sometió a la joven bajo los efectos del alcohol.

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