Sergio Túa, el abogado de la familia de Sonia Liliana Garabedián, cuyo cuerpo sin vida fue hallado en diciembre de 2010 en un descampado al sur de la Capital, afirmó que “hay muchos elementos para pensar que sufrió una muerte violenta”. Y expresó su satisfacción con el fallo de la Cámara de Apelaciones que ordenó retomar la investigación y apartar al fiscal Marcelo Sago, quien había considerado que el caso debía archivarse.
En diálogo con El Esquiú.com, el letrado recordó que según la autopsia realizada en un primer momento, Garabedián falleció por deshidratación e inanición, pero señaló que otros elementos pusieron en duda esta conclusión. “Por ejemplo, el vestido que tenía fue hallado intacto, sin rastros de que haya sudado, ni con tierra, estaba impecable, y eso es raro”, afirmó.
Además, consideró también sumamente “extraño” el testimonio de un testigo que dijo haberla visto deambulando como perdida en la zona, y que luego no pudo volver a ser hallado por la investigación. “Nadie se suicida de sed, y en la zona donde fue hallada había acequias, así que pudo haber consumido agua”, afirmó.
Según Túa, hubo un especialista de renombre que fue consultado y según los elementos del expediente, sostuvo como altamente probable que la joven haya tenido una muerte violenta, ya que encontró un golpe en la cabeza, que por el lugar no pudo haber sido provocado por ella misma.
“Todo esto, y otros elementos, nos llevan a pensar que Liliana murió en otra parte y fue dejada allí; lo que no tenemos es sospechosos sindicados y el tiempo conspira contra la verdad”, dijo el letrado, quien destacó que en el fallo de la Cámara de Apelaciones uno de los jueces “fue contundente al señalar que la desestimación y archivo de una denuncia es una medida excepcional”.
Sago fue apartado del caso por lo que ahora será la Fiscalía General la que establezca quién seguirá la frente de la investigacón.