Javier Pío Gordillo, de 23 años, escuchó ayer en la sala de la Cámara Penal de Segunda Nominación el veredicto por el intento de homicidio perpetrado en 2007 por el cual fue juzgado.
Dos años de condena en suspenso fue la decisión a la que arribaron los jueces Rodolfo Bustamante, Jorge Álvarez Morales y Luis Guillamondegui tras haber escuchado los alegatos de las partes. Los magistrados resolvieron dictar el fallo, según se pudo conocer de fuentes judiciales, en virtud de la aplicación de la Ley de Minoridad.
Cabe destacar que Javier Gordillo, hermano menor de la célebre “Kiti” Gordillo, perpetró el intento de homicidio cuando tenía sólo 17 años.
Durante los respectivos alegatos, el fiscal de Cámara Gustavo Bergesio expuso sus argumentos para que el joven recibiera una pena de 4 años -en ese caso la condena de prisión habría sido efectiva y Gordillo habría viajado al Servicio Penitenciario de Miraflores- aunque dejó abierto el margen para que los magistrados dispusieran a criterio propio la aplicación de la Ley de Minoridad.
Por su parte la defensa técnica del acusado, a cargo del abogado Orlando Barrientos, solicitó en primer lugar que se morigerara la imputación del joven de homicidio simple en grado de tentativa a lesiones graves en virtud de que, a su entender, las lesiones causadas por el joven no representaron un verdadero riesgo para la vida del damnificado, Ángel Morales. Además, también abogó para que la condena se aplicara en los términos de la Ley de Minoridad.

El hecho y la versión

Según la investigación, el joven Gordillo le provocó dos heridas de arma de fuego a Morales en la madrugada del 19 de febrero de 2007, cuando se encontró con él y otro grupo más de personas allegadas y conocidas. El arma, cabe destacarlo, nunca pudo ser hallada y por ende tampoco peritada.
Por su parte en su declaración testimonial, Gordillo explicó que en realidad él fue atacado por Morales con el arma de fuego en cuestión por viejas rencillas que mantenía con la madre del acusado y condenado.
En este sentido, un testigo clave del hecho debió ser buscado por la defensa técnica del imputado para corroborar la versión vertida ante los magistrados. Por motivos de cuidado, el nombre de esta persona y su participación en el juicio no toman estado público. Finalmente, cabe destacar que tras escuchar el veredicto el joven aseguró que volverá a vivir en Tierra del Fuego, en virtud de que la Policía “ya tiene su cara fichada”.