Crimen de Ramón Flores

Ahora aseguran que el “Salteño” se defendió

El abogado pone en duda varios detalles y testimonios de la investigación.
domingo, 24 de marzo de 2013 00:00
domingo, 24 de marzo de 2013 00:00

En el marco de la investigación abierta por el asesinato del santamariano Ramón Flores, el abogado del único sospechoso e imputado aseguró que su defendido -el “Salteño” Sánchez- actuó en “legítima defensa” al momento del crimen.
El asesor legal del joven, Ricardo Díaz Guzmán, explicó en comunicación con medios locales que su defendido fue agredido durante el episodio sufriendo golpes en la cara, que según la interpretación de los facultativos consultados por la defensa técnica podrían haber provocado que el joven perdiera la consciencia sin caer desmayado. En este sentido, cabe destacar que la joven Marta Pérez ya había declarado que la supuesta pérdida de conocimiento de su novio y presunto asesino en realidad nunca sucedió. Al respecto, Díaz Guzmán explicó que la pérdida de conocimiento del joven fue “parcial y temporal” ya que, de acuerdo al testimonio del joven, minutos más tarde salió a la calle para llamar a la policía diciendo que “le estaban matando la novia”.
Por otro lado, el abogado también puso en duda el accionar del cocinero del bar de Flores, quien estaba en el lugar del hecho en un baño duchándose cuando supuestamente había escuchado la trifulca entre Sánchez y Flores. Por último, el asesor legal enfocó su atención en las declaraciones de las personas que estuvieron en el lugar del hecho, y la circunstancia de que todos tuvieran una alta graduación de alcohol en sangre y, a pesar de todo, brindaran testimonios con “hilados de forma llamativa”.
Con todas estas dudas planteadas, Díaz Guzmán explicó que pretende pedir la ampliación de declaración de varios testigos de la causa y solicitaría que se realice un careo entre las partes para agregar al expediente.

Pide un careo

El asesor legal del “Salteño” Sánchez asegura que pedirá una ampliación de testimonios y además solicitaría que se realice un careo entre las partes. Pone en duda el “hilado de las versiones”.

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